Un perro de la raza pitbull ataca a tres personas en la misma noche en Lourizán

Ha sido la gota que colmó el vaso y los vecinos de Lourizán han decidido sacar a la luz los problemas que vienen padeciendo desde hace meses con unos okupas que han invadido una vieja casa y cuyos perros tienen atemorizados a todo el barrio. Su fiereza ha quedado más que demostrada en reiteradas ocasiones, la última el pasado martes, cuando uno de estos canes, de raza pitbull, mordió primero a un 'runner' y después atacó a una pareja de viandantes.

Esta insoportable situación fue puesta en conocimiento del Concello este miércoles y el día anterior de la Policía Local, mediante la presentación de la oportuna denuncia por parte del agredido.

Todo comenzó en torno a las 21 horas. Un joven que practicaba deporte por la PO-546 (conocida como carretera vieja de Marín) se encontraba a pocos metros del desvío hacia el Pazo de Lourizán cuando fue atacado, súbitamente, por un perro, que se abalanzó sobre él y le mordió en la pierna.

El animal había salido de una vivienda que se levanta junto a la carretera, en estado semirruinoso, provista de un pequeño jardín lleno de maleza y con la verja totalmente abierta. "Está así todo el día, ni siquiera se molestan en cerrar las puertas metálicas de la entrada, pese a que se lo hemos pedido varias veces", explica un vecino, en referencia al grupo de personas que desde hace unos diez años viven de okupas en la casa. "No tienen un número fijo, a veces son tres, otras cinco... Sabemos que siempre han vivido ahí unas hermanas y ultimamente también un chico", añade.

A los pocos instantes de morder al deportista, el perro volvió a atacar, en esta ocasión a una pareja joven que caminaba por la zona. "Otras veces se echa a la gente que pasa en bicicleta y no solo ese, porque ahí dentro tienen como mínimo una pareja de pitbull y algún otro perro grande más, que ya han ocasionado más de un disgusto", insisten los residentes.

Desorientados por lo ocurrido, las víctimas de este ataque recibieron una primera atención por parte de algunos vecinos, mientras aguardaban la llegada de la Policía Local, lo que se produjo sobre las 23.30 horas. "Les dijimos que fuesen a hablar con los chicos para que controlasen a sus perros y no provocasen más desgracias, pero los policías nos reconocieron que ellos también tenían miedo de poder ser atacados por esa fiera", apuntan.

SOLO PIDEN RESPETO. Los denunciantes de esta situación aclaran que no estamos en contra de que los chicos estén en la casa de okupas o como ellos quieran, ni siquiera de que tengan perros y otros animales. "Pero sí exigimos respeto para los vecinos y nuestras mascotas, que podamos pasear sin miedo a ser atacados en cualquier momento".

Este miércoles trasladaron su malestar y preocupación a la concelleira Pilar Comesaña, quien les indicó que, para que el Concello pueda tomar medidas, es necesario seguir un protocolo. "Primeiro cómpre acreditar que houbo unha trabadura presentando un parte de lesións e logo unha denuncia na Policía. Cando teñamos iso, poderemos intervir", apuntó.