Homenaje en Arcos da Condesa

Un vendedor de toallas

Antes de convertirse en una eminencia científica, Francisco José de Caldas recorrió Colombia y Ecuador, y durante su actividad ambulante tomaba apuntes de botánica y geografía
La localidad natal del padre del Sabio Caldas acogió un homenaje al que acudieron autoridades locales, provinciales y de Colombia.
photo_camera La localidad natal del padre del Sabio Caldas acogió un homenaje al que acudieron autoridades locales, provinciales y de Colombia.

Después de haber sacado el título de abogado y trabajado como juez de menores, responsabilidad en la que puso de relieve sus avanzadas ideas, Francisco José de Caldas Tenorio (Popayán-Bogotá 1816) recorrió los amplios territorios de Colombia y Ecuador durante una década vendiendo toallas, porque consideró que su vocación no eran las leyes, y en sus desplazamientos puso especial atención en la flora de los parajes que recorría.

Con el paso del tiempo, sus conocimientos le hicieron merecedor de formar parte de una expedición botánica dirigida por Celestino Mutis. Los resultados de tres años de trabajo, entre 1802 y 1805, hablan pero sí solos: Caldas recogió 6.000 especies y elaboró dos amplios volúmenes en los que figuran sus descripciones.

Luis Carlos Arboleda, profesor de la Universidad del Valle (Cali), lo imaginaba cabalgando por lugares inhóspitos y tomando apuntes a la luz de una vela después de largas jornadas de investigación durante su intervención en el Auditorio municipal de Caldas de Reis, ante un auditorio formado, mayoritariamente, por alumnos del IES Aquis Celenis. Un hombre cuyo padre nació en Arcos da Condesa fue el director del Observatorio Astronómico de Bogotá. "El primero de América, incluido Harvard", subrayó Arboleda.

Quiso medir las montañas, y ante la falta de medios para hacerlo inventó un aparato, llamado hipsómetro, que le permitía saber la altitud a la que se encontraba teniendo en cuenta el tiempo que tardaba el evaporarse al agua sometida a una fuente de calor, lo que quiere decir que se veía obligado a escalar previamente las cumbres para realizar la medición, explicó Asdrúbal Moreno, profesor de la Universidad Distritral de Bogotá.

"¡Cuánto podría lograr semejante hombre en un país donde se le proporcionara más apoyo!", lamentó una eminencia científicas mundial, el alemán Alexander Von Humbolt, con el que compartió experiencias.

Para medir la altura de la montañas, inventó un artilugio, denominado hipsómetro, con el que escalaba las cumbres

Educado en las primeras instituciones que adoptaron métodos modernos de enseñanza, influenciadas por la ilustración de Francia y España, Caldas también se sintió atraído por la diversidad cultural del territorio que habitaba y estudió las razas y los idiomas de los indígenas.

Sus reflexiones científicas fueron publicadas en varios medios de Bogotá, al igual que sus ideas políticas y, cuando se produjo el movimiento que culminó con la independencia de Colombia, Francisco José de Caldas también aportó sus conocimientos en ingeniería militar para construir fortificaciones y fabricar pólvora. "Ahí empezó su condena", dijo Yolima Álvarez, profesora de la Universidad Distrital de Bogotá, que abordó este apartado en el coloquio.

Fue nombrado coronel de ingenieros y, cuando fue consciente de que su vida estaba en peligro, regresó a Popayán, donde fue detenido y trasladado a su antiguo colegio de Bogotá, convertido en un centro de detención, donde lo fusiló un pelotón formado por soldados españoles el día 19 de octubre de 1816.

"Nunca desfalleció y comprendió los designios que le susurraba la naturaleza", dijo del Sabio Caldas Ángela Rodríguez,de Fuencaldas de Popayán. "Los pueblos deben tener memoria", advirtió el alcalde da la localidad termal, Juan Manuel Rey.

"La historia de Francisco José de Caldas es apasionante y debe ser un motivo de orgullo que su raíces se entierren en este pueblo", agregó el regidor antes de exponer un pensamiento que también hizo público Yolima Álvarez. "Debemos intentarlo siempre".

El alemán Alexander Von Humbolt lo calificó de "maravilla en astronomía".

Comentarios