Una de las mujeres atacadas dijo que el agresor llevaba un pasamontañas y no le vio la cara

La persona que anoche agredió a dos mujeres en la localidad de Bertamiráns, en el municipio coruñés de Ames, cubría su cabeza con un pasamontañas, según relató una de las víctimas al hombre que fue en su auxilio.

Pablo Miranda, que así se llama el joven que acudió antes que nadie a socorrer a las dos mujeres, que se encontraban envueltas en llamas, dijo hoy a Efe que las víctimas fueron atacadas "por sorpresa", como reconoció una de ellas.

"Me dijo que llevaba pasamontañas y que no le había visto la cara, que la cogió de sorpresa; las roció y prendió fuego", explicó el joven que le había dicho la mayor de las dos mujeres agredidas.

Pablo Miranda contó que se encontraba en su coche parado en un semáforo de la avenida cuando observó una bola de fuego. Al abrirse el semáforo y colocarse a su altura el joven explicó que en un primer momento vio una persona que se movía envuelta en llamas, y pensó que se trataba de una niña al estar la mujer arrodillada.

"Estando en el semáforo vi fuego pero no sabía lo que era en un principio. Pensé que era una niña pequeña ardiendo porque la señora estaba a gatas", comentó.

"Me acerqué a ellas e intenté apagar el fuego, pero no fui capaz. Crucé la carretera y fui a pedir ayuda a la pizzería. Con la ayuda de la gente extinguimos el fuego e inmediatamente llamamos a la Policía Local, a la Guardia Civil y al 061", dijo.

El joven indicó que se trataba de dos mujeres, "una de avanzada edad y la otra más joven pero sobre unos sesenta años".

Según Pablo Miranda, la más joven de las mujeres es la que aparentemente parecía estar más afectada por las llamas, "con quemaduras en el pecho, en la cabeza y en los brazos", indicó.

"No llegué a ver a la persona (en alusión al agresor). No vi nada, sólo fuego. En la acera no había nadie", añadió.

Otra persona presente en el lugar de los hechos, pero que no quiso identificarse, explicó a Efe que el agresor presuntamente esperó a que sus víctimas saliesen del garaje del edificio número 24 de la Avenida da Mahía para agredirlas.

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