Una de las víctimas del asalto a un chalet de Vigo insiste en señalar a un rumano, que niega su implicación

Una de las víctimas del asalto a un chalet de Vigo --cometido el 11 febrero de 2010 por un grupo de cinco personas encapuchadas-- Sandra García, ha insistido este martes en señalar a Viorel B., un joven rumano de 33 años, como una de las personas que le golpearon y amenazaron a ella, a su marido, a sus suegros y a su hijo, para robarles más de 7.000 euros.

Viorel, que lleva en prisión provisional por estos hechos desde abril de 2010, se ha sentado este martes en el banquillo de la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra como acusado por ese asalto, y ha negado en todo momento su participación en los hechos. ''No tengo nada que ver con ese robo y no he visto a esa señora --la víctima-- en mi vida'', ha señalado en su declaración ante el tribunal.

Los testigos policiales han explicado que fue el propio marido de Sandra, Marcos --que fue también golpeado y amenazado durante el asalto--, quien les puso sobre la pista del acusado. Así, los agentes han señalado que el marido tenía sus ''fuentes'' de información, y que dichas fuentes aseguraron que los atacantes eran una banda de rumanos que se movían por la ciudad en un BMW de color oscuro.

La policía localizó el coche y también a un grupo de ciudadanos rumanos, entre los que estaba Viorel. La víctima había explicado a los agentes que, durante el ataque, al forcejear con uno de los asaltantes, había podido quitarle el pasamontañas y ver ''fugazmente'' su cara, por lo que se le mostraron varias fotografías y, entre ellas, reconoció al acusado, como esa persona a la que pudo ver la noche de los hechos.

Los agentes que han declarado en el juicio precisaron que Sandra identificó a Viorel, aunque mostró ''dudas'' con respecto al pelo, ya que el asaltante lo tendría algo más largo que el acusado. Asimismo, también reconoció una chaqueta negra de Viorel.

ATAQUE ''VIOLENTO''

Tanto Sandra como su marido y los padres de éste coincidieron en señalar que los asaltantes tenían un comportamiento ''muy violento'', y que les amenazaron con un cuchillo y una pistola. Además, los cinco atacantes los agredieron y apuntaron a su hijo de tres años con una pistola para conseguir su botín, tras lo cual abandonaron el domicilio dejando a las víctimas maniatadas.

Los ladrones se llevaron algo más de 7.000 euros, además de los teléfonos móviles, una cámara de fotos, una colección de monedas de plata, un reloj y varias joyas.

DEFENSA

La defensa de Viorel ha puesto de manifiesto las contradicciones en las declaraciones de Sandra, y ha recordado lo dudoso del reconocimiento fotográfico del acusado, ya que algunas partes de la descripción de la víctima --el pelo o la nariz-- no concuerdan con el aspecto de Viorel. ''Es como describir al Cordobés y detener a Tejero'', ha ironizado el abogado defensor, quien ha apreciado connotaciones ''racista'' en la acusación porque su patrocinado es ''rumano y gitano''.

Por otra parte, el letrado ha apuntado que la chaqueta negra de Viorel que fue intervenida por la Policía, fue comprada al día siguiente de los hechos denunciados y ''mucho antes de la detención'' del acusado, como se demuestra por el tique de compra. Así, ha concluido que las víctimas ''tenían necesidad de señalar a alguien'' pero que el acusado ''no es quien debería'' ser juzgado, por lo que pide su libre absolución.

Según la versión del propio Viorel, la noche de los hechos fue a clases de baile y, sobre la 1.30 horas acudió a casa de su madre a recoger a su hijo para, posteriormente, llevárselo a su casa. Asimismo, su abogado ha apuntado que los rastreos de las antenas de telefonía móvil cerca del lugar del asalto dejan claro que el teléfono del acusado fue usado en esa zona a la hora en que se cometió el asalto.

Por otra parte, la defensa ha insinuado que, tal y como se recoge en algunos informes policiales, es posible que las víctimas tuvieran alguna deuda por asuntos relacionados con drogas y que por eso habrían sufrido ese ataque. También ha recordado que fue el propio Marcos el que hizo una descripción de los sospechosos a la Policía pese a no haberles visto el rostro y ha deducido que ''conocerá'' a miembros de bandas rumanas de asaltantes.

La Fiscalía ha insistido en que la participación de Viorel en los hechos está ''acreditada'' y ha recordado que ''ningún testigo'' ha podido confirmar que estuviera en su casa durmiendo en el momento del asalto --entre las 2.30 y las 4.00 horas de la madrugada--. Por ello, ha mantenido su petición de 40 años de prisión por robo con violencia, detención ilegal y lesiones.

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