Una exposición reclama un museo con el mar de fondo

Más de 200 imágenes antiguas pueden verse hasta hoy en unos paneles instalados en la Alameda Rosalía de Castro
Uno de los paneles con fotografías ubicado en la Alameda marinense
photo_camera Uno de los paneles con fotografías ubicado en la Alameda marinense

"Este es ti e o outro é Manuel". Frases como esta se escucharon de boca de algunos de los numerosos visitantes que se acercaron a contemplar las más de 200 imágenes que forman parte de la exposición Marín, vila mariñeira, instalada desde el viernes y que se podrá contemplar hasta hoy.

Las piezas retratan el litoral marinense en color sepia, docenas de barcos que sirvieron de sustento a numerosas familias durante décadas, personas que vivieron del mar y un amplio abanico de instantáneas que recuerdan el ayer y el hoy de la villa marinera. Todas las imágenes fueron tomadas por personas vinculadas a los oficios marineros o que directamente tuvieron alguna relación con el mundo marino.


Uno de los enclaves propuestos por la entidad es el espacio del Parque Azul

Así, la exposición ha despertado un gran interés entre el público, que busca en las imágenes el recuerdo de un Marín que ya no es, la imagen de un familiar o la propia, así como ver cómo era el litoral de la villa hace décadas.

Además, pinturas alusivas a temas marineros y un puesto de recogida de firmas para un museo forman parte de la infraestructura montada en la Alameda.

La muestra está organizada por la Asociación pola Defensa dun Museo do Mar en Marín , que ya cuenta con más de una cuarentena de socios y que ha recogido más de 4.000 firmas para pedir un espacio donde exponer centenares de piezas relacionadas con el mundo marinero.

La muestra es una acción más que busca llamar el interés de las administraciones para la creación de este espacio museístico, que ya cuenta con numerosos objetos relacionados, que sus dueños están dispuestos a donar para un futuro museo.

El presidente de la asociación y promotor de la iniciativa, José Antonio Pérez, destacó a este periódico en reiteradas ocasiones que lo único que les falta "é un local onde poder meter todas as pezas que temos", todas ellas aportadas por colecciones particulares de marineros y vecinos de la villa.

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