Una ruina con aroma a ‘'BIC’'

Casa cuartel de Noalla ► Más de un lustro después de iniciar su tramitación, la Xunta de Galicia continúa sin pronunciarse sobre la posibilidad de que el inmueble pase a ser catalogado como Ben de Interese Cultural, lo que lo libraría de la piqueta
Aspecto que presenta la fachada del inmueble
photo_camera Aspecto que presenta la fachada del inmueble

A pesar del vallado que rodea su fachada, las ruinas del antiguo cuartel de la Guardia Civil de Noalla todavía reciben visitas esporádicas. Prueba de ello son las pancartas anunciando bodas y un muñeco que cuelga de uno de los antiguos ventanales de una infraestructura cuyo deterioro es cada vez más evidente. "Hai que ter moito valor para meterse aí dentro", murmura un vecino del lugar de Caseiros, donde se ubica la vetusta infraestructura, cuyo futuro es incierto.

Si del Concello dependiese, la vieja sede de la Benemérita habría sido víctima de la piqueta. De hecho, la Administración municipal llegó a tramitar en 2009 un expediente de demolición, habida cuenta del estado ruinoso del inmueble, cuya construcción data del año 1900 aproximadamente. Incluso se llegó a calcular un presupuesto de más de 10.000 euros para acometar estos trabajos. La parcela era originariamente propiedad de un vecino de Vilalonga, Honorio Lores, que en su momento alcanzó un acuerdo con el Estado para ceder la vivienda a las fuerzas del orden. La Benemérita utilizó las instalaciones durante varias décadas, hasta que finalmente fueron abandonadas a finales de los años 60.

Desde entonces, nadie ha vuelto a hacer uso del inmueble. El paso del tiempo ha sido inmisericorde con el inmueble, que a duras penas sobrevive a los duros inviernos. Actualmente ya solo queda en pie parte de la cubierta, la fachada y algunas habitaciones interiores. El peligro de derrumbe llevó al Gobierno local a vallar el perímetro de la parcela. Sin embargo, hasta ahí llegó la actuación municipal, ya que entonces entró en escena la Dirección Xeral de Patrimonio.

A instancias de la promotora que actualmente es propietaria de los terrrenos, Xunqueiriña SLU, el departamento dependiente de la Consellería de Cultura procedió a iniciar el proceso para catagolar las ruinas como Ben de Interese Cultural (BIC). Los trámites se iniciaron después de una dura batalla judicial entre el Concello y la empresa, que adquirió la titularidad del inmueble a principios de siglo, coincidiendo con la aprobación del actual Plan Xeral de Ordenación Municipal.

Ante esta situación, la ley es muy clara: la vivienda no puede ser modificada mientras la Xunta de Galicia no se pronuncie sobre su futuro. De momento, parece que la situación del antiguo cuartel no preocupa en demasía a la Administración autonómica, que, más de un lustro después de haber iniciado el proceso para su catalogación como BIC, todavía no ha decidido si dar luz verde a la petición realizada por Xunqueiriña SLU.

La construcción de la vieja vivienda data de 1900 y durante varias décadas fue utilizada por las fuerzas del orden



CARACTERÍSTICAS. A pesar de su deficiente estado, el inmueble presenta una serie de características que podrían dar la razón a la promotora en su afán por no llevar a cabo la demolición. Tal y como recoge un informe realizado por un arquitecto local en 2008, en el que se basa la argumentación de Xunqueiriña, la edifición presenta en su fachada una serie de elementos ornamentales que recuerdan al estilo modernista. Se trata de un modelo que en su momento causó furor, ya que acabó por romper con la imitación de los estilos del pasado. Según el citado documento, es esta particularidad la que diferencia al viejo cuartel de la Benemérita de la mayoría de las casas labriegas.

No obstante, el arquitecto ya advertía entonces de la necesidad de que la edificación fuese reformada. Curiosamente, a pesar de que en aquel entonces ya se encontraba muy deteriorada, el estudio animaba a su restauración, ya que en ese momento presentaba un estado "en el que la rehabilitación es una de las mejores opciones". Esta idea también fue defendida en su día por algunos colectivos locales de la parroquia de Noalla, alguno de los cuales llegó a proponer que el inmueble se convirtiese en una guardería. No obstante, la edificación se encuentra fuera de ordenación, por lo que la única actuación que podría llevarse a cabo es su restauración como vivienda.

Mientras el proceso burocrático se mantiene bloqueado en la actualidad, la presencia de ratas en la zona y el deterioro de la cubierta hace pensar a muchos vecinos que la estructura se vendrá abajo sin necesidad de que actúe la piqueta.

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