Unanimidad parlamentaria para pedir el fin de las obras del 'socavón da vergoña'

Unanimidad en la Mesa Segunda del Parlamento de Galicia para condenar la situación que está atravesando la obra de la N-541 a la altura del kilómetro 82, entre Tenorio y Viascón, tras la paralización de los trabajos de reconstrucción del puente sobre el río que se derrumbó en tras las riadas de 2006 y que posteriormente volvió a desplomarse cuando ya se había iniciado el trabajo de reparación del mismo.

A instancias del Concello de Cotobade, el Grupo Popular, encabezado por el diputado pontevedrés Jacobo Moreira y de su homólogo Alejandro Gómez llevó una proposición por la que se solicitará al Goberno Galego a que se dirija al Ministerio de Fomento instándole a retomar de inmediato los trabajos, que llevan paralizados desde hace más de un año y a dar una solución definitiva a la situación de este puente para evitar un tercer derrumbamiento.

Así mismo, piden una señalización -diurna y nocturna- adecuada para los peligros que supone la provisionalidad de estas obras desde su última paralización, para evitar accidentes. Según apuntó el propio Jacobo Moreira ayer, ''este foi o único punto de desacordo, xa que os deputados do PSOE pedían que se retirara esta petición ao entender que a sinalización é a correcta, pero non se aceptou e votaron a favor de todos os modos''.

''Desde o ano 2006''

La sinopsis de la situación que prepararon los parlamentarios pontevedreses echó mano del término acuñado popularmente en Cotobade para las obras del puente, que no se han finalizado desde el año 2006 pues ya en aquel entonces se dio una solución parcial al problema. El calificativo ''o burato da vergoña'' ya empezó a ser usado por los vecinos de la zona hace un año, e incluso fue usado por el entonces alcalde de Cotobade, el socialista Manoel Loureiro, para quejarse públicamente de la situación ante el Ministerio de Fomento.

Los populares' también consideran que el término se ajusta a la realidad de las obras. Como recuerda la proposición, ''hai dous anos produciuse o afundimento da estrada N-541 no punto quilométrico 82. Este afundimento, causado por un corremento de terras deixou como resultado un burato de 20 metros que cortaba a estrada e resultaba infranqueable'', relatan.

No era la primera vez que el vial se desplomaba, pues las riadas de octubre de 2006 habían conseguido el mismo efecto, al estar el puente construído sobre canalizaciones de amalgama que no soportaron las filtraciones de agua y cedieron. Más de una semana, se tardó en restituír el tráfico en la zona.

Tras iniciar las obras de reparación urgentes, Fomento dio luz verde a los trabajos de reconstrucción de todo el tramo, con los que se pretendía construir un nuevo puente con pilares de hormigón que evitase nuevos desprendimientos. Estos trabajos eran los que estaban en marcha en 2006 cuando se produjo el nuevo socavón. Pocos meses después, por causas atribuibles a la crisis, la empresa constructora paralizó los trabajos y, a pesar de la presión para recuperar la actividad, al final Fomento tuvo que denunciar el contrato.

Durante el proceso de tramitación de la nueva licitación fue cuando se perdieron las noticias del Ministerio de Fomento. El nuevo alcalde de Cotobade, Jorge Cubela, ya hizo un intento en Madrid de exponer la urgente situación de este tramo de un vial nacional con una alta densidad y decidió recurrir a la Xunta ante la falta de respuesta del Gobierno central.

El grupo parlamentario recuerda que el descontento sobre este vial llevó incluso a la convocatoria de una manifestación, el pasado 1 de mayo.

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