Unos 465.000 gallegos de los 2,7 millones censados se hallan bajo el umbral de la pobreza, advierte Cáritas

Cada vez más gallegos acuden a las sedes de las cinco Cáritas Diocesanas de la comunidad para pedir ayuda, sobre todo en alimentación, ropa y calzado, vivienda, salud o asesoramiento jurídico-legal, y cada vez más son las familias y las mujeres las que demandan este tipo de ayuda.

El presidente de la Fundación Barrié, José María Arias, y el secretario general de Cáritas Española, Sebastián Mora, han suscrito hoy la renovación del convenio de colaboración entre ambas instituciones para prorrogar la atención de las necesidades básicas de las familias gallegas, que entre 2009 y 2013 ascendieron a 3.825.

La Fundación Barrié destinará este año, por sexto consecutivo, 300.000 euros a este acuerdo, que cuenta con una inversión del ente cultural de 1,8 millones de euros entre 2009 y 2014, de ellos 800.000 euros para vivienda y más de 420.000 para alimentación.

Según Cáritas, en Galicia hay 465.000 personas bajo el umbral de la pobreza de los 2,7 millones de habitantes censados, aumenta mucho la pobreza infantil y 30.000 hogares no tienen ningún tipo de ingreso, sobre todo familias numerosas y monoparentales.

El alto número de jubilados y de zonas rurales y el "familiarismo que en Galicia tiene un fuerte componente de protección social en la sociedad hace que con respecto a la media estatal esté más o menos ahí", ha explicado Mora, que ha detallado que la tasa de riesgo de exclusión social en España es del 23,2 % y en Galicia del 23,6 %. Lo que más ha aumentado, ha enfatizado, es la pobreza infantil, de un 16,9 % en 2007 a un 22,2 % en 2011, y el retraso en los pagos de los hogares gallegos ha ascendido al 4,8 % en 2012.

En la rueda de prensa tras la firma del convenio, el presidente de la Fundación Barrié ha expresado su agradecimiento a los directores de las cinco Cáritas Diocesanas Gallegas que conocen el día a día del programa, cuya ampliación ha permitido hasta la fecha atender a casi 4.000 familias gallegas que no habían acudido a los servicios sociales ni de entidades públicas ni privadas.  "Son cifras frías", ha dicho Arias, ante una realidad social muy dura y con una crisis "muy profunda" que ha afectado de manera "muy grave" al tejido productivo español y que, "por desgracia", ha hecho que haya que ampliar el programa año tras año.

Además de atención a la vivienda, la Fundación Barrié y Cáritas facilitan alimento y educación, y también formación para el empleo, con "datos esperanzadores" al mejorar en 2013 la empleabilidad de sus participantes. Así, si el primer año de implantación de esta iniciativa, 2012, el 33 % de los participantes lograron empleo, en 2013 el porcentaje aumentó al 60 % y en 2014 "esperamos mejorar ese ratio", ha dicho. Para ello, "ayuda la experiencia en la formación y cierta mejora en la situación económica española con nuevas demandas de empleo".

Según el secretario general de Cáritas Española, "el crecimiento económico por sí solo no genera mayor redistribución, tejido social y justicia social", pues la "sociedad en general se ha empobrecido", sostiene para explicar que pese a que los datos indican que ha descendido un 0,6 % el número de pobres, en realidad no es así. "El que tenía poco está por encima del umbral de la pobreza -28,2%-" en una "sociedad más empobrecida que cada vez se hace más vulnerable", ha advertido.

Cáritas cuenta en Galicia, donde invierte casi diez millones de euros, con 3.900 trabajadores en su red, de ellos 312 profesionales y el resto voluntarios, que atienden a 111.466 personas, cuatro veces más que en 2007, cuando ayudaba a alrededor de 30.000.

Estas cifras indican que no se notan los buenos datos macroeconómicos, asegura, porque "el crecimiento económico cuando llega a los más pobres es después de mucho tiempo", porque "se han erosionado las políticas de protección social" y las cifras del desempleo han variado "poquito". "No bajemos la guardia", ha demandado Mora, quien ha sostenido que "las personas empobrecidas siguen ahí" y aunque "puede haber cierta sensación de optimismo descarnado", es necesario fijarse "en quiénes quedan en la cuneta".

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