Vacaciones con exceso de calorías

Helados de diferentes sabores, uno de los productos más consumidos en verano (Foto: Rafa Estévez)
photo_camera Helados de diferentes sabores, uno de los productos más consumidos en verano (Foto: Rafa Estévez)

PONTEVEDRA/MADRID. Los hábitos alimenticios en verano incrementan el riesgo de que niños y adolescentes aumenten de peso, según afirma el presidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SENN), Javier Salvador.

El diez por ciento de la población infantil europea es obesa y es en el periodo estival cuando, coincidiendo con las vacaciones, algunos menores ingieren mayor cantidad de calorías a través de alimentos de altamente energéticos como la 'comida basura', dulces o bebidas gaseosas.

"En cómo se alimenten los hijos tienen un papel fundamental los padres. En verano la convivencia familiar puede hacerse más frecuente y, por tanto, el impacto de la educación nutricional es extremadamente importante. Muchos niños imitan lo que han visto y vivido en su familia, por lo que su salud a la hora de comer se ve influida de forma prioritaria por el ambiente doméstico", argumenta Javier Salvador.

Adquirir un esquema de alimentación desordenado basado en la ingesta de múltiples comidas a horas muy distintas, incluyendo la noche, puede llegar a alterar los patrones del sueño, algo que ligado a una falta de actividad física provoca un aumento de la masa grasa del cuerpo.

En este sentido, el presidente de la SENN recuerda que no hay alimentos prohibidos o inadecuados, sino una ingesta incorrecta en frecuencia y cantidad de algunos de ellos. "No hay problema si uno se excede en la ingesta de verduras, pero sí si lo hace en la de alimentos como dulces, helados, bebidas hipercalóricas, embutidos o alimentos ricos en grasas animales. Los alimentos ricos en fibra, las hortalizas, verduras, frutas, pescados o carnes blancas son más aconsejables, especialmente si se cocinan a la plancha o al vapor", explica Salvador.

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