El candidato a la reelección como portavoz nacional del BNG en la asamblea de este fin de semana, Guillerme Vázquez, advierte de que "no se puede buscar la unidad" en el Bloque con "el insulto y las descalificaciones permanentes" que emplean algunos miembros de la organización.
En una entrevista con EFE, Vázquez, quien concurre por Alternativa pola Unidade, auspiciada por la UPG, asegura que "esa no es una forma de construir nada" y, aunque no quiere dar nombres, es clara la referencia a su contrincante por el liderazgo del Bloque, Xosé Manuel Beiras, que aspira a portavoz nacional en la lista conjunta de Encontro Irmandiño y Máis Galiza.
Esta opción de Beiras le merece "el máximo respeto", pero critica las últimas declaraciones del histórico líder nacionalista, quien llegó a comparar a Francisco Rodríguez, secretario general de la UPG, con Franco por su apego al cargo.
"El estilo nos define", afirma Vázquez e indica que quien entra en la descalificación personal de compañeros es "dueño de sus palabras".
En todo caso, Vázquez manifiesta que él pretende defender en positivo su opción y "no cuestionar la que presentan los demás". Pero, a solo dos días para la asamblea, tiene claro que "no parece muy posible" llegar a ningún pacto con la candidatura conjunta.
Las propuestas están "a una distancia muy considerable", constata, por lo que también ve "muy difícil" ponerse de acuerdo en los candidatos. Así, enmarca la afirmación de su compañero de candidatura, Francisco Jorquera, de que su nombre para optar a ser candidato del BNG a la Xunta no es "irrenunciable" en una cuestión meramente "genérica".
"Nosotros no concurrimos por apetencia personal, sino en defensa de un determinado proyecto y modelo", puntualiza Guillerme, quien dice creer mucho en la coherencia "y poco en las proclamas". A su juicio, "no llega con hacer afirmaciones de defensa de la democracia interna, sino que hay que poner medidas para que sea posible".
También insiste en que es necesario que todas las opciones dentro del BNG acepten lo que decida la militancia el domingo e instó a "aceptar las reglas de juego" y no "decir aquello de si gano, me quedo y si no, no" algo que cree que encaja mal con la defensa teórica de los principios democráticos.
Por su parte, garantiza que el BNG "no va a quedar fracturado" por la APU, pase lo que pase en la asamblea, y añade que en la organización frentista "tienen que caber todos con unas reglas de juego claras" y una acción social única que sea "decididamente nacionalista y de izquierdas".
El actual líder del BNG considera que la diferencia de propuestas no deriva solo de las críticas por los resultados electorales en las elecciones generales, sino que se fraguó a lo largo de los años. "Me gustaría haber tenido unos resultados electorales mejores, pero no son un desastre", defendió.
Además, Vázquez recuerda que, tras estas críticas, el no presentó su dimisión en el Consello Nacional, que "no tenía capacidad para cesarle", sino que se limitó a decir "aquí estoy" y poner su cargo a disposición del BNG.
Tras este paso, se sintió "gratificado", asegura, por la confianza que considera que le demostraron los compañeros aunque "no se produjo ratificación ni no", admitió sobre esta polémica reunión en la que Máis Galiza y Encontro Irmandiño cuestionaron la versión ofrecida por la UPG.
