Vecinos de Pontecesures: «Pudimos haber salido volando»

Sobre estas líneas, el edificio afectado, de ventanales blancos. A la derecha, agujero en el tejado y restos del incendio junto al arcón congelador. david freire
photo_camera Sobre estas líneas, el edificio afectado, de ventanales blancos. A la derecha, agujero en el tejado y restos del incendio junto al arcón congelador. david freire

PONTECESURES. La Guardia Civil investiga la procedencia de una bengala de señalización marítima que fue arrojada en la noche del pasado domingo en una vivienda de Pontecesures. El artefacto atravesó el tejado del edificio y causó un incendio en la buhardilla que se saldó únicamente con daños materiales, aunque los habitantes del inmueble todavía tienen el susto en el cuerpo.

El edificio, en el número 39 de la céntrica calle San Lois, tiene dos pisos. En el primero reside un matrimonio, una hija, el yerno y una nieta de seis años. Otra hija vive en el segundo. Encima está la buhardilla.

«Eran as dez e cuarto da noite e estabamos deitados cando sentimos unha grande explosión. Pensei que era unha das miñas fillas, que vive no segundo, que caíra da cama ou algo», explica María Matos, propietaria de la vivienda. Al salir corriendo al rellano ya vieron que la joven regresaba de la buhardilla. «Cando abriu a porta do faiado non sei como non caeu para atrás. Estaba todo iluminado e había moitísimo fume. O meu home apagou o lume e xa chegaron os Bombeiros e a Garda Civil». El artefacto agujereó el tejado e impactó contra un arcón congelador, que quedó inutilizado. «Dentro do malo tivemos moita sorte, porque xusto ao lado temos o depósito de gasoil das caldeiras. Se chega a caer aí pobre de nós».

La Guardia Civil les explicó que se trataba de una bengala «como as dos barcos, que eu nin sabía como era iso» y que, según las primeras hipótesis, «tivo que ser accidental. Esperemos que fora así. Dixéronnos que non nos preocupáramos. Nós non temos nada contra ninguén nin teñen nada contra nós. Que va!».

María Matos señaló que, afortunadamente, no hubo daños personales, «que é o importante», y que los materiales son escasos. Jamás les había ocurrido nada parecido «e ninguén esperaba iso. Estás tan tranquilo na túa casa... É moi forte, trememos día e noite».

Trayectoria

Huelga decir que nadie en la familia pegó ojo en toda la noche. Tampoco Laura Villar, la joven que se enfrentó en primer lugar al suceso. Se disponía a ver una película cuando «dos golpes tremendos» la sobresaltaron. «No sabía si era dentro o fuera, así que salí de mi habitación, escuché un ruido y vi una luz roja muy intensa y humo por debajo de la puerta de la buhardilla».

Tras pensarlo unos segundos, se atrevió a abrir la puerta y se encontró de frente con las llamas y una intensa humareda. «Mi padre apagó el fuego mientras yo llamaba al 061, el primer número del que me acordé. No había heridos, pero necesitábamos a los Bomberos. Ni siquiera sabíamos lo que pasaba, porque pensé si se habría incendiado el congelador, pero la luz funcionaba...».

Cuando llegaron los Bomberos encontraron «una especie de tubitos» y les explicaron «que probablemente fuera una bengala de salvamento marítimo». Incluso aventuraron la posible trayectoria del artefacto, apunta la joven señalando un edificio cercano. «No pasó nada, pero pudimos haber salido volando. Fue un susto tremendo». La Benemérita se llevó la bengala y la familia estaba a mediodía de ayer a la espera de que llegase la Policía Judicial para recabar nuevas pruebas en el desván. «Dixéronnos que non era a primeira vez que pasaba algo así, aínda que non en Pontecesures. Nese caso ardeu un edificio. Estar na casa salvounos».

Gran despliegue

El despliegue organizado tras dar la alerta, que incluyó el cierre al tráfico de la calle, de un solo sentido, llamó la atención de los vecinos. «Aínda era cedo e había xente pola rúa».

Entre los cesureños, que ayer no hablaban de otra cosa, se notaba la preocupación, sobre todo en la vivienda de al lado. «Menudo susto levamos», explicó su inquilina, una mujer mayor. «Tiven medo de que prendera lume na miña casa, que é toda de madeira. Iso si que ía ser terrible».

El suceso se produjo en la noche del domingo y sobresaltó a toda la familia. «Estar na casa salvounos», afirma María Matos

El artefacto se coló en la buhardilla y provocó un incendio. La rápida intervención evitó que se propagasen las llamas

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