Vecinos de Santa Margarida culpan a los lombos de los últimos daños en el carballo

La asociación de vecinos de Mourente plantea buscar una solución con la Xunta de Galicia, Medio Ambiente, Concello y Deputación ►El Gobierno local encarga un informe urgente a O Areeiro para evaluar el estado del árbol y diseñar un posible tratamiento
Sartier (derecha), frente al carballo de Santa Margarida con otros vecinos.
photo_camera Sartier (derecha), frente al carballo de Santa Margarida con otros vecinos.

La Asociación de Vecinos Moldes-Mourente lleva más de un año pidiendo que se conserve el longevo carballo que está situado en la Capilla de Santa Margarida.

Según denunció su presidente, Eulogio Sartier Martínez, lo que más está estropeando al carballo, aparte del asfalto y de las piedras que tiene alrededor, es el lombo situado en la Rúa Santa Margarida. En su opinión, el reductor de velocidad es el culpable del deterioro del árbol, ya que al pasar por el mismo, camiones y autobuses rozan y destrozan las ramas vivas del ejemplar. Por este motivo, los vecinos piden que se modifique su ubicación o que directamente se suprima.

Los vecinos de Mourente reclaman más implicación del Concello en la mejora del estado del carballo centenario

El presidente de la entidad, señaló que "el Concello no hace caso. Presentó un proyecto hace nueve o diez meses, y dijo que lo había remitido a Cultura y Medio Ambiente. Nosotros nos enteramos a día de ayer de que no hay nada presentado". Según añadió Sartier, este proyecto necesita la aprobación de la Xunta, concretamente de las áreas de Medio Ambiente y de Cultura.

La solución propuesta desde el Concello es hacer una circunferencia de tierra alrededor del carballo, suprimiendo gran parte del asfalto. Sin embargo, la Asociación de Vecinos Moldes-Mourente rechazó esta proposición ya que, según dijo su portavoz, el problema no se solucionaría puesto que el árbol "se está muriendo y lo que necesita es tierra para respirar, además de un continuo mantenimiento".

Asimismo, la asociación plantea que hay que buscar una solución a cuatro bandas, en la que se incluya a los vecinos, la Administración autonómica de Medio Ambiente, la Estación Fitopatolóxica do Areeiro (dependiente de la Deputación), y el Concello.

Por otro lado, reclama que el primero que tendría que estar implicado en el asunto, es el Ayuntamiento, y no Medio Ambiente de la Xunta. Según subrayó su portavoz, "el carballo es de toda Pontevedra", y todos los vecinos tienen derecho a disfrutar de el.


Los operarios del Ayuntamiento ya han procedido a la retirada de las ramas caídas esta semana


Asimismo, Eulogio Sartier, acusó al concelleiro Luis Bará de dejar morir a un carballo de 500 años "que tenía que ser nuestra bandera emblemática". También señaló que desde el principio la Iglesia, más concretamente, el párroco Don Severino, "no estuvo de acuerdo con el asfaltado del lugar, por lo que firmó un papel en el que decía no hacerse cargo de la acción", al considerar que no era la mejor opción.

REACCIÓN MUNICIPAL. Ante los recientes desperfectos sufridos por el ejemplar, el Concello de Pontevedra ha encargado un informe urgente a la Estación Fitopatolóxica do Areeiro (EFA) para que evalúe el estado actual del carballo de Santa Margarida.

El organismo, dependiente de la Deputación de Pontevedra, también será el encargado de analizar las posibilidades de tratamiento del árbol, teniendo en cuenta sus necesidades y las técnicas que pudieran mejorar su estado. De hecho, ya en el proyecto de actuación presentado hace un año por el Gobierno local (página 3), estaba previsto que los profesionales de la estación ejercieran como asesores para que los trabajos no afecten al carballo.

Por su parte, los operarios municipales ya han procedido a la retirada de las ramas caídas esta semana en las inmediaciones de la capilla, según informaron desde el Ayuntamiento. Los trabajos se realizaron durante la jornada del jueves con el objetivo de dejar el espacio libre de obstáculos.

CUSTODIA COMPARTIDA. El carballo más emblemático de la parroquia de Mourente forma parte del Catálogo galego de árbores senlleiras por su antigüedad y dimensiones. Los expertos estiman que tiene más de 500 años y que se trata de uno de los ejemplares de su especie más longevos que subsisten en la comunidad gallega.

Esta particularidad hace que su gestión sea compleja. La propiedad pertenece a la Iglesia, pero el hecho de estar catalogado hace que el área de Patrimonio de la Xunta de Galicia también tenga competencias en su custodia. Por su parte, el Concello es la entidad responsable del mantenimiento de los espacios públicos de la parroquia de Mourente y, según subrayaban fuentes municipales, es el primero en estar "interesado" en preservar su integridad.

Todo ello sin olvidar que el carballo es buque insignia de Mourente, cuyos vecinos se ven con potestad para reclamar el bienestar del ejemplar.

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