¿De verdad es fácil pedir un préstamo online?

Revisamos el proceso de solicitud en diferentes financieras para comprobar la eficacia de este sistema

Internet nos ofrece multitud de oportunidades a la hora de solicitar un crédito
photo_camera Internet nos ofrece multitud de oportunidades a la hora de solicitar un crédito

Seguramente hayas sopesado alguna vez la opción o te hayan planteado lo útil y eficaz que puede llegar a ser. Propuestas como los préstamos rápidos online se han convertido en el salvavidas de la economía en muchos hogares por su planteamiento y sus ventajas, pero pocos saben cómo funcionan realmente y qué hay que hacer para poder solicitarlos.

Estos, junto con otros tantísimos productos económicos destinados a ofrecer dinero a quienes los soliciten, a cambio de una devolución posterior a plazos normalmente sujeta a intereses, se están volviendo de lo más frecuentes. La proliferación de entidades financieras, en conjunción con el avance de las entidades bancarias, ha propiciado esta situación que tanto favorece al consumidor.

Un completo ecosistema de propuestas diferentes, separadas en categorías en función de las cantidades a solicitar, de la celeridad con la que se avanza en el proceso, de la flexibilidad en pagos y en requisitos y otras tantas variantes. Ahí es donde encontramos cosas tan dispares como los mini préstamos o los préstamos tradicionales en línea. Dos polos opuestos enmarcados dentro de un mismo campo.

Muchas opciones, normalmente unidas por un proceso que suele ser tan sencillo como rápido, que apenas requiere de unos minutos para poder llevarse a cabo y, en ocasiones, para hacer que el dinero pase a estar en la cuenta bancaria seleccionada. Muchas personas, al oír hablar de sus bondades y de sus facilidades, se preguntan si realmente es tan fácil pedir un préstamo online.

Tras revisar los procedimientos que se solicitan en una buena cantidad de financieras para pedir productos como préstamos sin intereses, créditos rápidos o mini préstamos, podemos dar una respuesta clara y concisa a esa pregunta. Sí, es tan fácil como se promete, y aquí vamos a explicar cómo es generalmente para que veas que es así.

El proceso para solicitar un crédito en internet

En primer lugar, el punto de partida es ni más ni menos que entrar en la red a través de un navegador. No importa que sea usando un teléfono móvil o un PC, ya que las plataformas actuales se han preparado para albergar a todos estos dispositivos con una compatibilidad totalmente garantizada.

Además de eso, es cierto que el punto de la búsqueda de financieras y productos adecuados puede resultar complicado. No obstante, de nuevo nos encontramos con una herramienta útil: los comparadores. Hay portales que reúnen lo mejor del sector para que el usuario solo tenga que escoger entre aquellas propuestas que aparecen por pantalla al filtrar su búsqueda en función de los parámetros que desee.

El resto es donde la comodidad de los préstamos en línea despliega todo su potencial. Una vez se localiza la entidad con la que se quiere proceder, tan solo hay que entrar en su web y comenzar a introducir los datos que se indiquen. Desde el nombre y los apellidos hasta el número de la cuenta en la que ingresar el dinero, el importe del préstamo que se desea solicitar y los plazos en los que se va a pagar.

Por lo general, esto es lo único que hace falta. A partir de ahí, la entidad procede a dar una respuesta con la mayor brevedad posible y, si es afirmativa, realiza el pago rápidamente para disponer del dinero en el mismo día. No obstante, hay situaciones en las que el proceso varía ligeramente.

Las personas que, por ejemplo, figuren en listados de ASNEF, tienen que buscar préstamos con asnef que se encarguen de contemplar esta posibilidad. En ese caso, lo único que tienen que añadir a este procedimiento que hemos explicado es aportar algún documento o papel que certifique que hay una fuente de ingresos estable, por lo que suele bastar con una nómina. Con este añadido, el resto del proceso permanece igual, aunque las esperas pueden dilatarse un poco más.

De hecho, también se pueden pedir créditos en línea al banco en el que tengas alojada tu cuenta. A través de la app para clientes o de su portal web, puedes proceder para escoger el importe, los intereses y los plazos, aunque la variedad que ofrece la inmensidad de internet es mucho más grande, evidentemente.

Tal y como adelantábamos, pedir un crédito en línea es un proceso totalmente sencillo. Ya hemos explicado los pasos habituales a seguir para demostrar lo que afirmábamos, para que tengas claro lo que te espera en el caso de lanzarte a solicitar uno por tu cuenta. Ahora ya sabes también cómo debes proceder y a qué debes recurrir para hacerlo todo un poco más rápido si el tiempo no es algo que te sobre especialmente. La red te da todas las facilidades y comodidades que necesitas, a la vista queda.

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