Viaje del infierno a Pasarón

El Coruxo llega a Pontevedra después de verse seriamente afectado por los incendios del domingo ►"No hemos ni hablado de la victoria ante el Guijuelo", revela Rafa Sáez
La cantina del campo de O Vao acogió a vecinos de Coruxo el pasado domingo
photo_camera La cantina del campo de O Vao acogió a vecinos de Coruxo el pasado domingo

"No hemos ni hablado de la victoria ante el Guijuelo. Pasó absolutamente desapercibida. En aquellos momentos, la lucha por las vidas humanas, sus viviendas y sus bienes materiales era prioritaria. No había cabida para ningún tipo de alegría. El cuerpo te lo impedía". Rafa Sáez regresará el domingo a Pasarón después de una de las jornadas más duras de su carrera deportiva por motivos que no guardan ninguna relación con el deporte.

Sáez vivió de cerca el pavor que atrapó al Sur de Galicia y, en particular, a la parroquia de Coruxo, el pasado domingo, día en que su equipo se midió y batió al Guijuelo en medio de una situación de creciente tensión. "A medida que iba avanzando la tarde y ya con el partido acabado, empezaron a verse cada vez más las nubes de humo en el cielo", recuerda Sáez.

Al finalizar el encuentro, el club verdiblanco puso las instalaciones de su campo a disposición de las personas evacuadas de sus hogares o de las que trabajaban en la extención del fuego. Rafa Sáez se encargó de realizar de guía para el trío arbitral y la expedición del equipo visitante, que debían regresar a la meseta por la autovía A-52, pero no lo pudieron hacer debido a que el túnel de Folgoso estaba cerrado al tráfico. "El Guijuelo optó por desviarse a Santiago y los colegiados lo hicieron a la carretera de Ourense", relata.

El técnico pontevedrés guió el autocar del Guijuelo y a los árbitros a tomar una vía alternativa a la A-52, cortada en el túnel de Folgoso

Ahora su conjunto debe empezar a concentrarse en el futuro inmediato, volver a la realidad, al fútbol. "Nos reconforta el haber podido ayudar a la gente y haber echado una mano en la medida de nuestras posibilidades. El equipo está aterrizando y tomando conciencia de lo que pasó. Ahora hay que dar un paso al frente y mirar al día siguiente. A partir de ahora tendremos que poner los cinco sentidos en lo que tenemos entre manos".

Sin embargo, no será sencillo. Muchos de los miembros de la plantilla, directivos y técnicos se prestaron a colaborar en las labores de extinción del fuego, que en algunos casos, como en el del director deportivo del club, Javier Maté, afectó a sus hogares.

"Al que más o al que menos, el fuego le estaba apretando", recordó Rafa Sáez, que describió la noche del domingo pasado como una sesión de "preocupación, incertidumbre y nerviosismo que se multiplicó con el paso de las horas. Vivimos momentos de mucha angustia".

El técnico pontevedrés apenas pudo dormir, pendiente de la evolución de los acontecimientos. "Al final, lo que pudimos hacer fue lo que hicimos, estar en vela, permanecer en contacto con la gente y colaborar desde un punto de vista anímico".

El Coruxo se ha quedado sin sus instalaciones de Fragoselo, enclavadas en un fabuloso paraje natural debastado por el fuego. "El paisaje es desolador, dantesco".

Los campos no son aptos para el uso: no tienen agua ni electricidad y el vehículo empleado para el traslado del material ardió, así como la caseta que empleaban como taquilla en los encuentros de fútbol base, reducida a cenizas. "Lo peor, sobre todo, es el ambiente, irrespirable: el humo y la ceniza hacen imposible la práctica deportiva", por lo que las categorías base del club han visto suspendida su actividad.

El preparador pontevedrés asegura que lo sucedido fue "un golpe anímico duro. Pero lo que tenemos que hacer es mostrar nuestra solidaridad con las personas afectadas y brindarles un esfuerzo mayor, si cabe". La siguiente oportunidad que tendrán para hacerlo será en Pasarón, el domingo, a las 17.00 horas.

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