VILABOA. El Concello de Vilaboa está dispuesto a hablar con la Iglesia y a colaborar, si hace falta, o a coordinarse también con las asociaciones vecinales, pero no va a consentir que su hórreo más emblemático, de 36 pies, siga deteriorándose sin pausa.
Así lo explicó ayer el edil del Gobierno local Tomás Boullosa, quien informó de que está a punto de caducar la licencia de obras que la Iglesia tramitó en abril para restaurar el elemento patrimonial, perteneciente al conjunto de la rectoral de Vilaboa, y ubicado a escasos metros del Concello.
«Os maiores anos de deterioro foron os dous últimos. Nós demos aviso a Patrimonio en 2012, e posteriormente a Igrexa iniciou conversas e sacou a licenza, que incluso pagou, pero non chegou a facer nada, e ese documento está a punto de caducar».
Aunque el Concello viene alertando del deterioro del hórreo, la idea de que pueda pasar un invierno más sobre él sin que se actúe es lo que tiene en alarma al Concello. Y, como apunta el concejal de Cultura «e aos veciños, que non paran de preguntar se imos arranxalo cando non temos ningunha responsabilidade niso», declaró.
Y es que, tras haberse derruído parte del tejado de la instalación, el efecto de la humedad sobre la madera de la estructura puede ser fatal. Además, algunas de sus piezas de piedra se han caído y corren a su vez riesgo de sufrir más daños.
