Vilagarcía asiste indiferente a la demolición del acuario de la playa

La eliminación de un edificio en el que ondeó la bandera azul será ejecutada en dos semanas

Aunque el Concello de Vilagarcía había anunciado para el día 7 el inicio de las obras de demolición de un edificio que no llegó a albergar el acuario para el que había sido concebido, y acabó convirtiéndose en el Centro de Interpretación da Ría de Arousa, la piqueta no entró en acción hasta este miércoles y, cuando lo hizo, solo unos pocos transeúntes se detuvieron a observar las maniobras de la piqueta. La tarea de eliminar una construcción que se encuentra sobre la playa de Compostela desde hace varias décadas se está realizando ante la indiferencia de los vecinos.

"No tenía que haberse construido" es una valoración que se escucha entre los numerosos usuarios del paseo. La falta de utilidad del edificio es otro argumento recurrente. "Es un estorbo", comentó algún vilagarciano, mientras que hay quienes consideran que no supo aprovecharse y creen que, una vez construido, debería habérsele dado alguna utilidad. Un jubilado dijo que su destrucción le provoca "una pena tremenda". Entre una nube de polvo, provocado por la acción de la piqueta a la altura de la fachada de la construcción, el alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, echó mano de las estadísticas para recordar que el Centro de Interpretación da Ría de Arousa no suscitó el menor interés de los vecinos ni de los visitantes, y agregó que la media de visitas diarias habitual en los últimos tiempos llegó a ser de una o dos personas. "Su contenido no era atractivo", expuso.

Mientras los concelleiros Tania García, Lino Mouriño y Paola María sacaban fotografías y grababan imágenes de las labores, el regidor recordó que el compromiso de eliminar el edificio situado en el arenal figura en el programa electoral del PSOE. "Lo dijimos en la campaña y lo hicimos en cuando pudimos", apuntó Varela.

BANDERA AZUL. Poco antes de que la piqueta comenzase a derribar las paredes de un edificio en el que llegó a ondear la bandera azul que la organización que las otorga destina al apartado de los centros de interpretación, las mariscadoras abandonaron la playa después de una jornada de faena.

Para el alcalde es "una barrera arquitectónica", cuyos pilares "provocan la acumulación de basura" en la playa de Compostela, circunstancia que perjudica a quienes viven del mar.

Además de justificar la iniciativa porque entiende que resulta positiva para el marisqueo, Varela vaticina que la demolición de la infraestructura también será positiva para el turismo porque eliminará una barrera visual que impide ver la silueta de Carril, y lejos de haberse convertido en un reclamo para los visitantes, como esperaba su compañero de partido y exalcalde Javier Gago, durante cuyo mandato fue acondicionado para convertirse en un centro de interpretación, es un obstáculo.

Los trabajos, que son ejecutados por la empresa Tragsa y financiados por el organismo público Costas del Estado, se prolongarán por espacio de dos semanas.

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