Retirar la protección integral que existe sobre el Pazo de Vista Real (Vilanova) es la solicitud que realizará la Corporación municipal tras haberlo acordado hoy en un Pleno extraordinario. Esta decisión fue adoptada por unanimidad con la finalidad de corregir una situación que los concelleiros consideran absurda.
Esta propiedad, incautada al clan de Los Charlines, fue adquirida por el Concello en una subasta celebrada en la Agencia Tributaria en el año 2010, con la convicción de que tendría que devolver la edificación a su estado original, al estar protegida por Patrimonio, para lo que es necesario demoler varios añadidos que realizaron sus dueños anteriores.
Sin embargo, hace unos meses el Gobierno local descubrió que las Normas Subsidiarias aprobadas en el año 1995 no solo amparan y legalizan las reformas realizadas por la familia Charlín-Gama, sino que las protegen.
Buhardillas. Eliminar las buhardillas y pináculos y retirar una gran vidriera que, según el alcalde, Gonzalo Durán, le da a la fachada posterior del pazo el «aspecto de una discoteca» solo será posible con una modificación puntual de la normativa urbanística que le retire su protección.
Mientras que el exterior resultó notablemente modificado, poco o nada queda en su interior de su aspecto anterior, porque Los Charlines cambiaron por completo su aspecto antes de que esta propiedad les fuese enajenada por la Audiencia Nacional con la finalidad de que hiciesen frente a la inmensa deuda que contrajo con la sociedad el clan de narcotraficantes vilanoveses.
Ayer, Gonzalo Durán justificó la urgencia del Pleno porque quiere actuar lo antes posible en el edificio con la finalidad de que pueda ser utilizado como centro de formación en unos cursos cuya convocatoria, por parte de la Xunta de Galicia, es inminente.
Los representantes del PSOE y el BNG apoyaron la propuesta del alcalde después de mantener que no estaba justificada la urgencia del Pleno y preguntarse quién financiará las reformas.
