La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra acogió este martes una nueva sesión de uno de los juicios más largos que se recuerdan en el Pazo de Xustiza de la ciudad del Lérez. El único individuo que prestó declaración fue José Manuel López Núñez, marinero (patrón, según algunas fuentes) de la embarcación que intentó introducir en Galicia un alijo de más de 4.000 kilos de hachís y que se saldó con la desaparición de uno de los narcotraficantes más importantes en aquel momento (año 2010), José Antonio Pouso Rivas, alias Pelopincho.
El fiscal Antidroga, Pablo Varela, intentó que el testigo (que ya fue procesado por estos hechos en Portugal, donde fue hallada la droga, en su momento) ofreciese algo de luz a lo sucedido en relación con el viaje del barco, de nombre Garbi II, desde Bilbao hasta Barbate para unas supuestas reparaciones. "A mí me dijeron que había que llevar el barco para repararlo y que después me darían trabajo en el marisqueo", señaló.
El individuo afirmó que no sabía nada del alijo, si bien reconoció que regresó en un coche (propiedad del pontevedrés Villaverde Amil, también desaparecido tras los hechos) "a una casa de Padrón. A la de Pelopincho".
Fuentes de la investigación señalan que el presunto patrón del barco sabe mucho más de lo que contó el martes en la Audiencia.
"Volvimos en coche y fuimos a la casa de Pelopincho"
Un marinero que acompañó a varios de los socios del narco en el viaje a Marruecos para su último alijo ofreció su versión de los hechos
