El compromiso de escribir el pregón de una fiesta acostumbra a resolverse con piropos a la localidad donde se celebre y al producto gastronómico que, habitualmente, es el motivo que justifica la celebración. Y cuando éste es la almeja, el pregonero lo tiene fácil.
A Moncho Borrajo se lo pusieron a tiro cuando le propusieron alabar las excelencias del molusco que se produce en Carril (Vilagarcía), y el humorista ourensano tiró de la ironía, las frases con doble sentido y el humor facilón para ganarse al público que lo escuchó.
También arrancó las carcajadas del alcalde, Tomás Fole, y otros miembros de la Corporación municipal vilagarciana, que se puso manos a la obra en la empresa de conseguir que regresase. LO hará el sábado 28 al Auditorio municipal para representar una obra titulada 'Golfus hispánicus', en la que Moncho Borrajo es el protagonista y, según asegura el Concello, llega precedida de un gran éxito en la capital de España.
Otra iniciativa muy diferente, que también resultará muy gratificante, es la que promueve la alcaldesa de Ribadumia, Salomé Peña. Ser trata de acudir a los mayores del municipio para que recuerden dichos y refranes, que serán recopilados en un libro.
Con esta propuesta, la alcaldesa espera conseguir tres objetivos. Uno es recuperar un rasgo del patrimonio inmaterial y la cultura popular, y la otra hacer que los mayores se sientan importantes, al tiempo que les ayudan a ejercitar la memoria.
Cerca de Ribadumia, en cambados, su alcalde, Luis Aragunde, presidirá el sábado el acto de clausura del año dedicado al escultor Francisco Asorey. En esta solemne cita contará con la participación de María de las Mercedes Goicoa Fernández, la presidenta de la Real Academia Galega de Belas Artes.
