La primera reunión entre los representantes de los vecinos de las parroquias de Tremoedo (Vilanova) y Solobeira (Vilagarcía) con los técnicos de Xestur resultó clarificadora y fructífera. Así lo expuso el portavoz vecinal, José Luis Núñez, que mostró su satisfacción por las respuestas recibidas a los interrogantes que plantearon.
El primer punto que quedó claro es que no será derribada ninguna casa, y no existe obstáculo alguno para que las fincas anejas a varias viviendas, que ahora resultarían afectadas, dejasen de estar. Para, los representantes de la Xunta explicaron que bastaría con reducir la superficie prevista inicialmente.
Respecto a la canalización de aguas y las medidas para evitar inundaciones durante las obras, la solución pasaría por la construcción de una serie de balsas donde se acumulará cuando llueva con intensidad, y desde donde estaría regulada su salida, para impedir que pueda anegar los terrenos.
Este es el tema que suscita más preocupación, reconoció Núñez. Xestur baraja la posibilidad de viajar con un grupo de afectados a otras comarcas donde se están construyendo infraestructuras similares para que comprueben la eficacia de la medida. No obstante, entre los compromisos adquirido figura la elaboración de une estudio detallado.
El tercer punto de debate fue la depuradora. Una vez aclarado que el polígono dispondrá de una, Xestur asumió el compromiso de buscarle una ubicación distinta a la prevista inicialmente para que esté situada en el punto más alejado posible de las casas.
En un plazo de entre diez y quince días se celebrará otro encuentro para perfilar sobre los planos y en documentos los acuerdos alcanzados. El plazo para presentar alegaciones finalizará el 21 de octubre. El polígono tendrá una superficie de 1,2 millones de metros cuadrados y está pensado para como la superficie logística del puerto de Vilagarcía.
