¿Y ahora qué?

Hace poco tiempo el Sr. Zapatero anunciaba, en su programa electoral, que los soldados españoles que habían sido enviados a Irak regresarían, y después el Sr. Obama hizo lo mismo; el primero fue duramente criticado argumentando que la misión que los había llevado allí aún no había concluido; el segundo fue aplaudido porque había tomado una difícil pero sabia decisión.

En realidad los argumentos del primero tenían más lógica porque siempre se había pronunciado en contra de la guerra de Irak, lo que no ocurrió con el segundo cuyo partido fue también artífice del inicio de la guerra.

Después de años de muerte, heridos, inválidos, destrucción y barbarie, ¿serían capaces quienes iniciaron la guerra de seguir manteniendo los mismos argumentos para justificarla?.

La cuestión es que derrocaron a un dictador férreo para dejar al País arruinado en manos de los radicales islamistas que no tardarán en recuperar el poder ¿ha tenido algún sentido hacer sufrir a tanta gente para llegar a ese punto?. Aunque la respuesta debiera de ser no, para muchos es un sí como un castillo, porque se han llenado los bolsillos como nunca soñaron: vendieron armas, construyendo lo que otros se encargaban de destruir, se apoderaron del petróleo del País, gestionaron los recursos humanos y económicos, en fin, se forraron.

Ahora, después de tanto tiempo aún resulta más dolorosa esa inútil guerra, apoyar un cambio de régimen no consiste en arrasar y enriquecerse a costa del sufrimiento; en democracia existen muchas formas de ayudar a alcanzar la libertad aunque sea un proceso largo.

¿Y ahora qué?, un País en ruinas, dividido entre fracciones políticas y religiosas que se odian, con decenas de muertos diarios ¿tendrán ahora democracia?, ¿seguirán con armas de destrucción masiva?. La destrucción masiva la sufre y la sufrirá la población por mucho tiempo, y quizás su libertad quede demorada también por mucho tiempo.

Justamente están sufriendo quienes ya sufrían con el anterior mandatario, ¿y ahora qué?: abandonados a su suerte y tocados de muerte y miseria.

Por cierto, si esa invasión fue en nombre de la democracia, ¿invadirán Honduras?.

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