ANÁLISIS. ...Y él no tira la toalla

El alcalde de Becerreá seguirá en el grupo socialista, pero podría ignorar la disciplina de voto y hacerlo según "su conciencia"
Martínez
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El futuro del alcalde de Becerreá, el socialista Manuel Martínez, en la corporación provincial es toda una incógnita que se irá resolviendo con el paso del tiempo, pero, aunque el diputado no hablará hasta el próximo día 4, fuentes próximas aseguran que no tirará la toalla y que, en principio, continuará integrado en el grupo socialista. Sin embargo, podría ignorar la disciplina de voto y hacerlo "según su conciencia, siempre en beneficio de la provincia".

1. ¿Por qué Martínez ha sido excluido del gobierno tras llegar a un pacto que permitió la moción de censura?

Manuel Martínez rompió la disciplina de voto en el pleno de constitución de la nueva corporación provincial, el pasado 24 de junio, como protesta por haber sido sustituido a última hora como candidato del PSOE a la presidencia de la entidad ante el veto del BNG por estar imputado. Su rebeldía permitió que la popular Elena Candia accediese a la presidencia de la Diputación y lo convirtió en un villano para la dirección del partido. Tras tres meses de presiones, Martínez renunció a sus aspiraciones y aceptó respaldar a Darío Campos como presidente en una moción de censura, si en el nuevo ejecutivo era integrado en la junta de gobierno y asumía las competencias de vías y obras. El acuerdo, que permitió derrocar a Candia, fue adoptado en una reunión ante varias decenas de alcaldes y concejales socialistas y existen documentos que lo acreditan. Tras recuperar el poder gracias al voto de Martínez, la dirección socialista incumplió el pacto, dejando al becerrense fuera de la junta de gobierno sin darle explicaciones. En su entorno creen que fue utilizado y engañado de forma premeditada, porque ya estaba previsto prescindir de él cuando alcanzaron el acuerdo.

2. ¿Qué papel jugará en la corporación?

Todo parece indicar que continuará integrado en el grupo socialista y que no dejará la formación en la que milita desde hace décadas de forma voluntaria, pero, según fuentes próximas, tiene la intención de votar sin someterse a la disciplina del partido, dependiendo de los casos. Esta situación permitiría al PSOE expulsarlo y en ese caso se integraría en el grupo mixto. Continúe con los socialistas o como no adscrito, en principio, aseguran que su intención es mantener el escaño durante los cuatro años del actual mandato.

3. ¿Qué pasaría si Martínez acaba en el grupo mixto?

PSOE-BNG y PP estarían empatados en la corporación con 12 diputados cada uno y el voto del becerrense se convertiría entonces en determinante para sacar adelante los asuntos en el pleno. Si se abstiene en un punto del orden del día, el voto de calidad del presidente rompería el empate y permitiría al bipartito sacar adelante sus propuestas, pero si Martínez vota en el mismo sentido que el PP, socialistas y nacionalistas no lograrían la mayoría simple necesaria para cualquier asunto. En este sentido, el principal problema para el gobierno de Darío Campos sería la aprobación de los presupuestos.

4. ¿Qué ocurriría si decide votar en contra de los presupuestos?

Para aprobar las cuentas de la Diputación solo hace falta mayoría simple, pero si Martínez vota en contra de la propuesta presentada al pleno por el bipartito, su sufragio, unido a los 12 del PP, impediría aprobarla. Si en el 2016 se produce esta situación, el gobierno de Campos tendría que prorrogar el presupuesto de 2015, lo que bloquearía, entre otras cosas, la concesión de subvenciones o la firmas de convenios con los ayuntamientos para financiar proyectos, situación que, en la práctica, paralizaría prácticamente la actividad de la institución. Habría que esperar a 2017, presentar un nuevo proyecto al pleno y, si tampoco sale adelante, entonces el bipartito podría aprobarlo en la junta de gobierno.

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