"Estoy muy contento porque hay mucha gente y muchas familias. Es más, este año vinieron varias food truck, algo nuevo que está atrayendo todavía a más gente". Marcos Rivas, el coordinador del festival Surfing the Lérez, se refería así a la Illa das Esculturas, donde el sábado, este evento se volvía a meter a los pontevedreses en el bolsillo. El festival, que celebró su segunda jornada este sábado, contó con el buen tiempo como aliado y con un gran cartel de grupos gallegos.
El primer concierto del día fue a cargo de Antifrágil, seguido de Jhonander y The Phantom Dragsters. A media tarde, la función continuaba con grupos como Eladio y los seres queridos, mientras que la jornada finalizaba con dos platos fuertes Terbutalina y Novedades Carminha. En total, pasaron por Surfing the Lérez 13 grupos musicales gallegos.
Organizado por la Sala Karma, con la colaboración del Concello de Pontevedra y los vecinos de Lérez, el festival mostró su lado más solidario al requerir a su público, en lugar de una entrada de pago, la entrega de alimentos no perecederos para las familias más necesitadas de la comarca. "Los donativos se están superando con creces. Ayer no nos imaginábamos que iba a venir tanta gente a donar porque luchábamos con la posibilidad de lluvia, el partido de la Eurocopa... Sin embargo, salió todo fenomenal. Fue increíble", destaca Rivas. Además, "no sabría decir cuánto llevamos, pero debe de ser muchísimo porque estoy viendo todo el rato que la gente no para de acercarse", añade.
Por segundo año consecutivo, la organización explicaba en la presentación del festival que buscaban atraer a un público familiar donde los niños tuvieran especial protagonismo. Finalmente, consiguieron cumplir el objetivo porque, entre los asistentes, había muchas familias. De esta manera, jóvenes y niños gozaron de las actividades infantiles pensadas para ellos, entre ellas Xarope Tulú Teatro y A banda dos cueiros. Además, también pudieron disfrutar de juegos populares, cuentacuentos y distintos talleres.
Varios padres destacaron que, cada año que pasa, el festival se adapta mejor a los niños ofreciéndoles nuevos espacios y lo recomiendan para asistir en familia.
DESCENSO. En septiembre de 2014, una quincena de amigos realizaba un descenso de cerca de 3,5 kilómetros a lo largo del río Lerez protegidos con trajes de neopreno y a bordo de colchonetas. Esta hazaña se volvió a repetir el sábado, a las 18.00 horas, aunque esta vez participaron alrededor de 150 personas. "Estamos muy contentos porque de 15 que comenzamos esta aventura, que ayer sumáramos más de un centenar es increíble. Esperamos que el próximo año se repita", comentó Raúl Sánchez, uno de los promotores de la actividad.
Tanto a los organizadores del Surfing the Lérez, como a muchos de los asistentes al festival, les gustó la idea de, para el próximo año, aunar ambas actividades en el mismo día "para que ese fin de semana sea como el inicio del verano", destacó Sanchéz. Además, añadió que "muchos de los asistentes del Surfing se cambiaron y vinieron a realizar el descenso. El cachondeo de pasar un buen rato y reírte con esta actividad, y luego acabar en el festival tomándote una cerveza atrajo y estoy seguro de que atraerá a mucha gente".
