PONTEVEDRA. "No estamos detrás de esta operación ni hemos hablado con la propiedad". De este modo negaban ayer portavoces de Yelmo Cines la posibilidad de que la empresa estuviese interesada en el local que el 14 de junio dejará libre Cinebox en el centro comercial Vialia de Pontevedra.
"No ha habido ningún contacto al respecto y Pontevedra no está ahora mismo en nuestras perspectivas", comunicaban ayer a este periódico.
La negativa de la empresa hace que tome fuerza la hipótesis de que sea Cinesa la que tome el relevo de la exhibición de películas en la ciudad, una posibilidad que la propia compañía reconocía el pasado martes con prudencia: "Hay negociaciones en marcha, pero no hay nada decidido aún, por lo que no queremos dar o quitar esperanzas a los pontevedreses".
La noticia, que es buena para la ciudadanía independientemente de los nuevos titulares, ya que supondría la continuidad de los cines en Pontevedra, cobra todavía más importancia para los 15 trabajadores de Cinebox, ya que su permanencia en plantilla dependerá de la nueva empresa.
Precisamente hoy por la mañana estaba previsto que se celebrase una reunión de los empleados con los sindicatos, un encuentro en el que analizarán las propuestas que trasladarán al director general de Ábaco-Cinebox la próxima semana, cuando este está citado con la delegada de personal en Pontevedra.
Ábaco-Cinebox deberá abandonar el 14 de junio el local en el que trabaja en Vialia, propiedad de Adif, por una deuda acumulada que supera el millón de euros.
Según algunos trabajadores, es muy probable que la exhibición de películas cese unos días antes, concretamente el 31 de mayo.
La preocupación ante la posibilidad de que la ciudad se quedase sin cines llegó al ámbito político al pedir los sindicatos la mediación del Concello y la Deputación ante el Ministerio de Fomento.
"O dos cines non é un tema fácil. Confío na boa xestión que tivo sempre con Pontevedra a ministra, pero hai cousas que non dependen só dos políticos, senón de negociacións con entes privados", afirmaba ayer el presidente de la Deputación, Rafael Louzán.
Por su parte, el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, aseguró que habían trasladado su preocupación a la ministra Ana Pastor "pero aínda non nos chamou".
