El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, viajará mañana a Bruselas confiado en que los países de la zona euro logren un acuerdo para hacer frente a la crisis de deuda y a la situación de Grecia.
Zapatero acudirá a la cumbre de los Veintisiete, a la que seguirá la reunión de los mandatarios de la eurozona, con la convicción de que las dudas sobre la solidez de la estabilidad financiera de España están disipadas. A ello contribuyó el mensaje que trasladó el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, el pasado domingo tras la última cumbre, afirmando que España ya no se encontraba en primera línea de los problemas económicos y financieros de los países de la moneda única.
Sarkozy lo atribuyó a los esfuerzos de Zapatero y al sentido de la responsabilidad del líder del PP, Mariano Rajoy. Sin embargo, el presidente francés ha asegurado hoy que España era vista hasta hace poco como un "milagro" desde el punto de vista económico, pero que ahora nadie querría estar en su situación.
El Gobierno español insiste en que está haciendo todos los esfuerzos requeridos para reducir el déficit y cumplir sus compromisos. La confianza del Ejecutivo no ha logrado calmar hoy la incertidumbre de los mercados, reflejada en la prima de riesgo española, que ha subido hasta los 346 puntos básicos, frente a los 341 de ayer, lunes.
La suspensión de la reunión de los ministros de Economía de la UE (Ecofin) previa a la cumbre de los mandatarios tampoco ha ayudado a calmar a los inversores. En la cita de mañana en Bruselas, los países del euro tratarán de lograr un acuerdo sobre la situación de Grecia, la recapitalización de la banca y la ampliación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).
La medida para recapitalizar a los grandes bancos europeos afectará previsiblemente a cinco entidades españolas -BBVA, Santander, Caixabank, BFA-Bankia y el Popular-, aunque el Gobierno sigue sin avanzar el nivel de recursos que necesitarían en caso de que se les exija un ratio de capital de máxima calidad del 9 por ciento.
