Las analíticas no engañan. Un año después, el agua que baña el arenal urbano buenense de Agrelo vuelve a tener una calidad pobre, según las mediciones realizadas por la Agencia Europea del Medio Ambiente (Aema), dependiente de la Unión Europea, a finales del 2017, cuyos resultados publicó ayer el organismo en su portal web.
Agrelo aparece en el mapa de las Rías Baixas como el único punto rojo, ya que el resto de las playas del entorno consiguen registros de calidad excelentes o muy buenos, como es el caso de Pescadoira, Sobreira, en Moaña; o Loira, en Marín.
Precisamente esta catalogación de "muy buena", aunque es una grata noticia para los concellos, dado que garantiza un baño seguro, no resulta suficiente para conseguir la catalogación de Bandera Azul que tanto ansían estos arenales.
De hecho, el Concello de Marín lleva varios años tratando de mejorar la calidad del agua de Loira para que el distintivo pueda ondear por fin en ella, pero parece que será algo difícil hasta que no se ponga en funcionamiento la estación de bombeo que está pendiente de construirse.
Sin embargo, Agrelo mantiene la calificación "insuficiente" que el año pasado ya había demostrado la analítica. También registró este dato en el 2011, pero consiguió que su agua fuese considerada como "suficiente" entre 2015 y 2012.
Aunque en las Rías Baixas, Agrelo es una excepción, no es la única playa gallega en esta situación. En la ría de Muros, sufre el mismo problema el arenal de A Virxe do Camiño, o el de Estorde y el de Lires, en Cee, así como la Praia da Concha, en Cariño.
