La CIG denunció el martes que "la guerra" entre las distintas empresas concesionarias del 061 dejó el lunes sin suministro eléctrico a las bases de Cangas y Moaña, lo que dejó inoperativas las ambulancias porque se acumularon retrasos en la desinfección de los vehículos.
Los sindicalistas denuncian que las empresas se boicotean para dificultar el acceso a los concursos, lo que produjo, además, que los técnicos de emergencias de guardia tuviesen que pernoctar en establecimientos hoteleros de ambas localidades al no poder hacerlo en sus bases.
Lo que está detrás de estas disputas, denuncia el sindicato, es el ahorro económico de las empresas, lo que provoca una situación de precariedad con falta de equipamiento de protección, así como deficiencias de limpieza de las instalaciones para recortar medios y generar beneficios.
El sindicato lamenta el retraso de Inspección de Trabajo en ejercer su acción sancionadora antes las "innumerables irregularidades" de las que son víctimas los trabajadores y el propio servicio.