Los armadores de Marín, en tierra hostil

Seis barcos marinenses del fresco sufren desde hace tres semana las consecuencias de una protesta de negociantes por una subida de tasas de la Aduana marroquí

Las infinitas caravanas de camiones en la carretera fronteriza entre Mauritania y Marruecos llegan a mediar más de diez kilómetros de largo con cientos de camiones parados. CEDIDA
photo_camera Las infinitas caravanas de camiones en la carretera fronteriza entre Mauritania y Marruecos llegan a mediar más de diez kilómetros de largo con cientos de camiones parados. CEDIDA

UNA SUBIDA EN las tasas de la Aduana marroquí fue el vértice de una pirámide de protestas que afecta directamente a los armadores de seis buques del fresco de Marín. Hace aproximadamente tres semanas, un grupo de negociantes que se dedican al traslado en furgoneta de productos como tabaco, neumáticos o zapatos entre Mauritania y Marruecos comenzaron a manifestarse en la frontera entre ambos países.

En señal de reivindicación por el aumento del impuesto, los comerciantes comenzaron a ocupar la franja de terreno por la que transcurre la única carretera que comunica los territorios africanos. Este vial es el que se utiliza para el transporte del pescado capturado en aguas mauritanas por, entre otros, seis barcos marinenses del fresco. Además, a través de él, se suministra de material de pesca y envases a los buques de forma semanal ya que las naves descargan la pesca un día a la semana para abastecer a lonjas y mercados.

Lo que comenzó como un grupo de aproximadamente 15 vendedores realizando cortes ininterrumpidos a lo largo del día en la citada carretera se convirtió en una protesta que cerró la pista durante tres días enteros una semana. Actualmente se han sumado diferentes grupos políticos a la protesta con otro tipo de demandas, alejadas de la inicial, la subida de la tasa aduanera.

Cortes de hasta tres días en la única carretera que une Mauritania con Algeciras crean colas de 10 kilómetros de camiones y generan "un grave perjuicio económico"

La protesta provocó caravanas de más de diez kilómetros de los camiones que deben seguir esa ruta para llegar al puerto de Algeciras, desde donde abastecen a lonjas como la de Cádiz o la de Vigo.

Ya que la franja donde se producen los cortes no está bajo la jurisdicción de ningún país, los armadores de Marín decidieron llevar el tema ante el Ministerio de Pesca y ante la Unión Europea para que les facilite una vía urgente para continuar con su trabajo.

URGENCIA. Las empresas pesqueras mantienen que están ante un "problema de extrema gravedad" ya que los camiones que trasladan el pescado fresco están parados varios días, lo que supone un "grave perjuicio económico" para ellos pero también tiene consecuencias en suelo español.

"El pescado pasa las inspecciones y trámites de Sanidad y Aduana en Algeciras. Cuando llega toda esta flota de camiones que estuvo parada por los cortes al puerto gaditano, se produce una sobrecarga de vehículos que supone otro día más de espera", explican.

Los armadores solicitarán esta semana a la Unión Europea que les faciliten una vía de urgencia: poder desembarcar en el Sáhara

Los armadores marinenses trasladaron al Ministerio de Pesca la problemática por lo que el responsable de la cartera, Luis Planas, tratará el tema con su homólogo marroquí, Aziz Ajanuch, a mediados de la próxima semana en un encuentro que tendrá lugar en la ciudad de Agadir.

En la cita, Planas expondrá la necesidad urgente que le plantearon las empresas que faenan en aguas mauritanas. El ministro español le pedirá a Marruecos que permita que los barcos españoles descarguen en un puerto de su territorio, en el de Dakhla. Así, los camiones que actualmente recogen el pescado en la rada mauritana de Noaudhibou lo harían en el país vecino evitando el terreno fronterizo afectado por cortes de tráfico.

UNIÓN EUROPEA. Aunque Ajanuch aceptase que los buques pesqueros atracasen en su territorio, la Unión Europea también tendría que mediar pasa arreglar otro fleco: cómo sacar el pescado de Mauritania.

Los armadores de Marín explican que los trámites para que un barco abandone aguas mauritanas es "muy engorroso". "Hay que hacer una liquidación de capturas en Mauritania pero no aceptan el justificante bancario del pago por lo que debemos esperar a que esa cantidad de dinero esté ingresada en la cuenta del Tesoro mauritano y, tras esto, que pase a la cuenta del Ministerio de Pesca. El último paso es la emisión de un escrito que deben firmar siete autoridades", detallan.

Los responsables de las navieras apuntan que solicitarán que ese proceso se haga después de abandonar sus aguas. "Para que estén tranquilos de que se les va a pagar, propusimos que los consignatarios (representantes legales en ese país de los armadores) hagan un aval ya que son empresas que llevan más de 20 años trabajando en la zona sin ningún tipo de problema".

La importancia de obtener este documento es vital para que los buques puedan para descargar en el puerto marroquí ya que es la justificación de que ya declararon el pescado capturado en el caladero de otro país.

Los dueños de los seis buques del fresco afectados por estas protestas en la región fronteriza entre Marruecos y Mauritania también le transmitieron, a través de un escrito, a los representantes españoles en Bruselas que planteen la agilización de todos estos trámites ante la DGMare, órgano responsable de las políticas de la Comisión sobre asuntos de marítimos.

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