Las obras del artista Francisco Pachi Orjales adornarán durante un mes las paredes y salas del Museo Municipal Manuel Torres. Este marinense afincado entre España y Brasil vuelve a sus orígenes con una nueva exposición completa que por primera vez empezará en su ciudad natal y que posteriormente se trasladará a otros puntos.
De nombre Samba y Flamenco, la muestra surge de una colaboración con el concello de la que, según el propio autor, ya se hablaba hace cuatro o cinco años y que finalmente decidió retrasarse hasta 2022, una vez superados los grandes obstáculos de la pandemia.Aunque lo cierto es que además de esta exposición que estará abierta al público del 17 de julio al 17 de agosto, el artista ya estaba presente en las Fiestas de la Virgen del Carmen, una de las celebraciones más representativas de la villa que este año se anunciaba con un cartel diseñado por el propio Francisco Orjales y que muchos vecinos y visitantes han podido ver durante estos días tan señalados.
Orjales se marchó de España a Brasil hace unos 30 años atraído por las bellezas naturales que le ofrecía este país, es por ello que decidió instalarse allí definitivamente y ver las posibilidades que podían ofrecer las piedras locales para dedicarse a su arte. De esta manera termina estudiando gemología, lo que le ha llevado a dedicar los últimos 25 años de su vida a crear joyas. Allí abrió sus propias tiendas, pero también se dedicó a otras disciplinas, como el diseño de bolsas y de ropa de hombre o a la pintura.
Actualmente trabaja en la Cámara de Comercio de Madrid, lo que le permite tener mucho más tiempo libre para dedicarlo principlamente a sus cuadros, algo que puede verse en esta exposición que cuenta con 67 láminas y 26 joyas.
Su obra está inspirada en el arte contemporáneo y el simbolismo y cuenta con un estilo muy particular del que el propio artista confiesa que "nunca me gustó pintar en tela porque de esta manera en un lienzo solo queda una superficie plana", por lo que en todas sus pinturas mezcla papeles de distinta composición, materiales reciclados, telas, madera o piedras, un "mix de texturas" que termina por darle un efecto 3D mucho más impactante.
El cuadro central de esta exposición, el cartel de las fiestas de la patrona de Marín, refleja a la perfección su innovador estilo con una representación de las experiencias del diseñador en esta festividad y lo mezcla con símbolos propios del catolicismo y un homenaje a los marineros y a todos aquellos fallecidos en el mar, en un año marcado por la tragedia en el municipio. A partir de ahí, la exposición va recorriendo la vida de Orjales a través de láminas que escenifican los diferentes lugares que han tenido un gran impacto en su vida, como Madrid o Río de Janeiro.
Una de las sala está dedicada exclusivamente a la ciudad que le vio nacer, con colores que recuerdan al mar como el azul y el verde, figuras que se asemejan a embarcaciones e incluso a animales marinos y en los que pueden hasta distinguirse lugares tan representativos como la glorieta con la farola que preside la Plaza de España o la puerta de la Escuela Naval Militar
Tras recorrer los pasillos de este museo se llega a otra de las estancias dedicadas al diseñador, que en este caso nos transporta a la selva del Amazonas en una denuncia a la quema y la explotación del pulmón del mundo que pretende concienciar a la sociedad trasnmitiendo imágenes que utiliza recurrentemente en las joyas que están expuestas en este mismo museo. Flores, plantas, animales que solo pueden verse en Brasil o símbolos indígenas, se repiten en gran cantidad de las obras que pueden verse durante este mes en el museo.
El diseñador, que ha expuesto sus joyas y pinturas en lugares tan exclusivos como París o Nueva York, ha vuelto a su lugar de origen para dejar, durante un mes, un pedacito de su arte y de su vida desde que se marchó y le da la oportunidad a Marín de disfrutar por primera vez de una de sus exposiciones al completo, que después viajará junto con Francisco Orjales a otros lugares del mundo.