La empresa Astilleros y Servicios Amura nació en la parroquia marinense de Seixo hace ya 18 años. Se dedica a la reparación y producción de embarcaciones de recreo y entre sus últimos proyectos se encuentra la construcción de un pequeño barco pionero en el sector del lujo. Su fuente de inspiración la encuentra en las embarcaciones típicas para un día de ocio habituales de las zonas de Miami, Ibiza o Dubai. Por encargo de un cliente en Cádiz, pondrá rumbo a México en las próximas semanas.
Cándido da Silva, copropietario de la empresa junto a su mujer, Ángeles Rosales, regresó a Galicia en plena pandemia tras siete años fuera de la comunidad en la Costa Brava e Ibiza. Allí se familiarizó con este tipo de embarcaciones, pensadas para disfrutar durante el día de una jornada de sol, "un concepto que aquí no se da". Además de tener una forma de casco diferente, luces LED para iluminar la embarcación y un equipo de música integrado, "tiene algunos detalles que le hemos hechos nosotros" pensados especialmente para este proyecto, como un garaje o compartimentos para guardar las defensas. "Es un barco único".
Pero este no es el único proyecto en marcha de la empresa. "También trabajamos en megayates", como en el que pondrán a punto en las próximas semanas en Vigo, de 112 metros de eslora, que será el yate privado más grande que se realizará en España hasta el momento. Entre las especialidades a las que se dedican desde Amura destaca el pintado profesional, para el que disponen de un equipo profesionalizado con siete personas dedicadas en exclusiva a ello.
Entre sus proyectos destaca la creación de un barco puntero comisionado en Cádiz, que partirá en las próximas semanas a México
Con un mercado de la pesca en declive, explica Da Silva, el mundo náutico del lujo está en aumento, al igual que su equipo. Un total de 22 personas componen a día de hoy la compañía, la única de Galicia de este tamaño enteramente especializada en este sector. "Hay muy pocas empresas porque nadie se sale de lo normal", explica el copropietario.
A pesar de haber nacido en Seixo, lugar de origen de Da Silva, la falta de espacio para aumentar la compañía en la localidad marinense les ha obligado a trasladar su negocio a Vigo con el objetivo de poder poner en funcionamiento las infraetructuras que precisan.
AMPLIACIÓN EN VIGO. La nave en Marín se encuentra en un terreno de 22.000 metros cuadrados, en el camino de Castiñeiras, que emplean como almacén y oficinas ante las diversas dificultades burocráticas con las que se toparon a la hora de ampliar en la zona. "El negocio industrial en Marín se muere" y Amura es víctima de ello. Ante esta falta de espacio y la inexistencia de un polígono industrial en la villa marinense, han decidido trasladar su taller a Vigo, donde disponen de una cabina especializada para el pintado de embarcaciones de lujo de grandes dimensiones.
"Si hubiera alguna oportunidad de quedarnos en Marín, lo haríamos", destaca Da Silva. La industria, dice, "genera muchos puestos de trabajo y consumo en la hostelería y comercio local".
En cuanto a las esperanzas de futuro, "la tendencia es siempre hacia arriba", destaca el copropietario, "el año pasado éramos 17, hace cuatro, nueve, a lo mejor dentro de diez somos 50".
