El 'Bolo do Pote' busca relevo

La asociación Fentos e Frouma anunció que no volverá a organizarla el año que viene ▶Cientos de marinenses hicieron cola para degustar este pan tradicional de la cultura gallega

La Festa do Bolo do Pote repartió dos mil raciones en esta edición. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera La Festa do Bolo do Pote repartió dos mil raciones en esta edición. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Hay muchas maneras de hacer pan, pero muy pocas tan deliciosas como el bolo do pote. Así lo corroboraron ayer los cientos de marinenses que esperaban desde las once de la mañana a que la asociación folclórica Fentos e Frouma, en colaboración con O Abeiro, empezasen a servir las dos mil raciones de este plato tradicional gallego, acompañado de una pequeña tapa de cocido y un consomé del mismo caldo en el que se cuecen los bollas de pan.

Una vez abierta la carpa, desde los más pequeños a los más veteranos de la casa formaron una cola para deleitarse con el exquisito sabor del bolo do pote que evocó el recuerdo de la niñez en las personas mayores y sorprendió a los más jóvenes con un sabor que no se encuentra en las panaderías de hoy en día. "Es un plato tradicional de nuestra cultura, era una manera rápida de hacer pan y tenerlo casi en el momento", explica Flora Iglesias, presidenta de Fentos e Frouma.

La Festa do Bolo do Pote repartió dos mil raciones en esta edición. JAVIER CERVERA-MERCADILLO¿Y cómo se cocina? Pues se hace la masa con agua de caldo y la harina de centeno y maíz (recién molida, ya que de lo contrario el pan estaría ácido), y a continuación se echa a la pota para que se cueza con el caldo. "Así, cuando tienes el cocido hecho ya tienes listo el pan fresquito para comer", apunta.

Y es que antaño, aunque los gallegos no llevaban un tipo de vida tan frenético como actualmente, tenían muchas labores que le ocupaban la mayor parte del día. Y hacer pan (ya que antiguamente no tenían panaderías) llevaba su tiempo: hacer la masa, esperar a que fermentase y cocerla en el horno. "Tenías que dedicarle una jornada completa", cuenta.

Por ello, la gente optaba por pedir ayuda a los vecinos para cocinar varias piezas de una tirada. Sin embargo, cuando empezaba a estar duro, buscaban otras técnicas que les ayudase a poder disfrutar de un pan tierno en cada comida. Y así hacían los deliciosos bolos do pote, un pan de maíz sin corteza. "Es todo miga, ya que al meterlo en la olla no crea esa corteza dura que le hace el horno", señala Flora Iglesias.

Hoy en día ya no se disfruta de este plato tradicional porque "ya tenemos panaderías y la gente no lo hace en casa, ya ni siquiera se hacen las bollas de pan", aunque asegura que todavía quedan algunas señoras mayores que las cocinan en casa y las llevan al mercado.

La Festa do Bolo do Pote repartió dos mil raciones en esta edición. JAVIER CERVERA-MERCADILLOPero desde hace 16 años (15 de las manos de Fentos e Frouma), los marinenses pueden volver a saborear aquellos trozos de pan con los que los gallegos acompañaban antaño cada comida. Sin embargo, y para pesar de los cientos de personas que cada año disfrutan de este sabroso plato en la Alameda Rosalía de Castro, la asociación folclórica encargada de la organización de esta fiesta anunció ayer que este sería el último año que la llevaría a cabo. "Estamos muy agotadas de esto, hemos intentado que lo recogiera otra asociación, pero de momento no ha habido relevo", apunta la presidenta.

Y es que detrás de la Festa do Bolo do Pote hay muchas horas de trabajo y organización. De hecho, las promotoras estuvieron cocinando las raciones desde las nueve de la noche del sábado en el Comedor Social para que todo estuviese listo para celebrar esta cita gastronómica, que año a año cosecha un gran éxito entre los marinenses.

Así, a pesar del reconocimiento y la buena acogida de este evento, Fentos e Froumas ha decidido no continuar en la organización, por lo que seguirá intentando que los bolos do pote pasen a manos de otra asociación para así poder seguir manteniendo esta tradición.

La Festa do Bolo do Pote repartió dos mil raciones en esta edición. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Comentarios