Y la fiesta de San Xoán de Cantodarea venció a la lluvia. A pesar de haber tenido que retrasar dos días las actividades previstas para la noche más mágica del año, el barrio marinense no quiso fallar a su costumbre y prendió este sábado sus dos tradicionales hogueras temáticas. La Praza do Regueiro acogió la celebración de una "noite meiga" tardía pero en la que no faltó ninguno de los elementos indispensables de cada año: la típica "sardiñada" y mucha música.
El pasado jueves la Asociación de Vesiños e Amijos de Cantodarea se vio obligado a cancelar las actividades nocturnas debido a las amenazas de lluvia. No obstante, dejar pasar la celebración de San Xoán no era una opción, por lo que decidieron aplazar la fiesta a la noche de este sábado manteniendo todas las actividades previstas para la fecha original.
Siguiendo la costumbre de sus últimas ediciones, el evento contó con dos hogueras a partir de dos contrucciones de madera: una en representación de un aspecto negativo del año y la otra a modo de homenaje. La primera, de menores dimensiones, fue encendida en torno a las 22.00 horas a partir de una antigua embarcación con dos muñecos dentro. La más grande, que se prendió a medianoche, era una reproducción de la puerta Carlos I de la Escuela Naval Militar, considerada una de las fachadas más emblemáticas de la localidad.
La fiesta contó con la celebración de una "sardiñada", oferta gastronómica típica de la noche de San Xoán, para la cual la organización reunió en torno a 500 kilos de pescado, calculando la asistencia de unas 1.500 personas. Además, los vecinos y vecinas también pudieron acceder a una degustación de churrasco, otro alimento habitual en esta fecha.
Y como en cada celebración, la música supuso un elemento importante. El evento contó desde su puesta en marcha con la amenización de la Charanga Os Jalácticos y de la Charanga Oeste. Por otra parte, la Praza do Regueiro acogió la actuación en vivo del artista local Antonio Aboal Blanco, conocido como Toni Carrapito o Gaiteiro moderno.
