El fin de las obras de sellado de las grietas del Lago de Castiñeiras fue este jueves supervisado por técnicos de Aguas de Galicia y por la concejala responsable del área de Medio Ambiente, Marián Sanmartín.
Con el cierre de las compuertas y las intensas lluvias registradas de madrugada, el Lago presentaba este jueves una cantidad de agua considerable que, de persistir las precipitaciones, podría hacer que en cuestión de un mes la fauna pueda volver a este enclave natural. Así lo apuntó este jueves la edil responsable del área, que aseguró que "se sigue chovendo así, estímase que nun mes podería haber unha capa de auga respectable e poderíase facer a repoboación coas troitas do país".
Estos peces están ahora custodiados por el servicio de Conservación da Natureza, que fue la encargada de retirarlos antes del inicio de los trabajos. Convivían con las 43 truchas del Lago otros 48 kilos de especies exóticas, entre las que había carpas, carpines y cangrejos americanos. Estos peces invasores no volverán a las aguas de Castiñeiras, donde se apostará por las especies autóctonas.
RECOGIDA DE AGUA. Una vez que el Lago recupere la totalidad de agua en el vaso, podrá ejercer de nuevo como punto de recogida de agua para los servicios de extinción de incendios, una función que cumplió durante décadas pero que en los últimos años no pudo ejercer por la falta de agua.
Esto hizo que en más de una ocasión los helicópteros tuviesen que acudir a lugares más apartados para rellenar el cazo de extinción. De hecho, el pasado mes de julio se inauguraba un nuevo punto de recogida de agua para incendios en Moaña, que se sumaba al existente en el Monte Xaxán y al de O Hío, en Cangas. Según datos de la Xunta de Galicia, el distrito de Pontevedra dispone de una red de abastecimiento contra incendios que ronda los 100 depósitos.
