El centro juvenil del Liceo Casino podría estar listo a finales de verano

Las obras comenzaron en noviembre del pasado año con los trabajos de demolición del interior
Estado en el que se encuentran las obras interiores del Liceo. DP
photo_camera Estado en el que se encuentran las obras interiores del Liceo. DP

Las obras de conversión del Liceo Casino en un centro de ocio juvenil multidisciplinar continúan su curso a pesar de que la previsión inicial del Gobierno local con respecto a su finalización fuese el pasado año. Sin embargo, los trabajos no comenzaron hasta principios del mes de noviembre. Tal y como avanzó el Gobierno local a este medio, no será hasta finales de verano cuando este espacio pensado para los más jóvenes de la localidad sea una realidad.

Las obras fueron adjudicadas en el mes de junio de 2022 por más de 328.000 euros –con cargo al remanente de Tesorería del Concello de Marín– a la empresa Sodein Soluciones Integrales. El plazo de ejecución de la actuación es de nueve meses, aunque se vio perjudicada por la falta de mano de obra y escasez de materiales, así como la subida de precios, en el sector.

"Después de los problemas que fueron apareciendo al inicio ahora parece que las obras ya han cogido ritmo. Aún así, queda trabajo para varios meses", explica el edil de Urbanismo, Manuel Santos. La empresa ya terminó con los trabajos de demolición del interior y ahora se encuentra realizando la instalación de la red eléctrica, fontanería y climatización. El siguiente paso será ejecutar las divisiones pertinentes para crear los espacios definitivos, tal y como se refleja en el proyecto.

Las actividades y servicios que se ofrecerán, pensadas para jóvenes de entre 14 y 20 años, se centrarán en las nuevas tecnologías, destrezas educativas, aptitudes culturales y artísticas, entre otras cosas.

Según el proyecto, aprobado ya en 2021, el centro contará con un amplio vestíbulo que servirá como un espacio polivalente, que se dotará de una sala de trabajo y de estudio; una sala de informática y una sala de juegos, así como de una zona de descanso. "La primera planta estará destinada totalmente a juventud, como ya se había establecido. Eso no ha cambiado nada", anotó el responsable del área de Urbanismo. En lo que respecta al sótano, que antiguamente albergaba la sala de baile del antiguo Liceo Casino, será destinada a crear el archivo municipal.

Este espacio contará con archivadores móviles de acondicionamiento mecánico y con un pequeño almacén. También se prevé la instalación de un ascensor que facilite tanto el acceso peatonal como el traslado de cargas pesadas al archivo.

Tanto el propio centro de ocio juvenil como el archivo tendrán entradas independientes desde la calle Tiro Naval Janer. Este vestíbulo de entrada será retranqueado para ganar más espacio tanto para el portal de entrada a las viviendas particulares como para poder dejar dos entradas de tal forma que los dos espacios puedan funcionar separadamente.

El Liceo Casino contaba antiguamente con una piscina, que se encontraba inutilizada desde hace años por no cumplir con las nuevas normativas de accesibilidad. Por ellos, su recuperación ya había sido considerada como técnicamente imposible.

El Concello adquirió el Liceo en 2019
El Concello de Marín adquirió el último inmueble del Liceo Casino, ubicado en Tiro Naval Janer desde 1993, en el 2019 después de aprobarlo en pleno a principios de eso año, aunque no se hizo efectivo hasta el mes de agosto con la celebración de un acto simbólico.

El Concello hizo entrega de las aportaciones económicas a cada una de las asociaciones sociales y ONG de Marín por valor de los 40.000 euros, cantidad con la que el Concello adquirió las instalaciones, una valoración económica de carácter simbólico de los inmuebles y que, tal y como figuraba en los estatutos de la sociedad, debía repartirse entre colectivos sin ánimo de lucro del municipio.

La historia del Liceo Casino se remonta a 1897, cuando surgió a partir de dos sociedades vecinales llamadas La Piña y El Lazo Azul Marinense. El Liceo Casino se caracterizó en el siglo XX por ser el promotor de la organización de numerosos eventos sociales y culturales con propuestas tan exitosas como la práctica de bailes los fines de semana, la participación en fiestas como la del Carmen, los Carnavales o las Navidades, además de mantener una estrecha relación con la Escuela Naval Militar.

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