Si algo les gusta a los gallegos es el buen comer, prueba de ello es la elevada cantidad de fiestas gastronómicas que se celebran por toda la comunidad durante la época estival. Sin embargo, la situación extraordinaria que se está viviendo por la crisis sanitaria del coronavirus ha llevado a que las organizaciones cancelasen gran parte de esas fiestas, principalmente motivadas por la gran afluencia de gente que se suele concentrar en ese tipo de festejos.
En la comarca de O Morrazo, este verano, los turistas y vecinos tendrán que limitarse a degustar el marisco en sus casas o en los restaurantes, ya que no se celebrarán las fiestas gastronómicas más populares. Ni Bueu ni Moaña podrán contar con sus afamadas fiestas del Polbo y del Mexillón, mientras que en Marín todavía están a la espera de lo que suceda en el próximo mes para seguir adelante con la de la Cigala.
Enrique Rodríguez, presidente de Acima, asociación organizadora de la Festa da Cigala de Marín, explica que "de momento no podemos echar todo abajo". La asociación marinense ya tuvo que suspender otras tres pequeñas fiestas gastronómicas debido al confinamiento. "Ahora mismo estamos en stand by y a la espera de lo que suceda. Cuando empiece el mes de julio veremos si se puede hacer o no, pero de momento no hemos decidido nada", destaca el presidente de la organización marinense.
Donde si han tenido que cancelar su fiesta más popular es en Bueu. El Concello buenense, organizador de la Festa do Polbo, decidió suspender el festejo, que habitualmente se celebra a principios del mes de agosto. Esta es una de las fiestas gastronómicas de la comarca morracense más conocida y acuden muchos turistas que eligen las Rías Baixas y la península de O Morrazo como destino turístico.
La Festa do Mexillón de Moaña también tendrá que esperar un año más para volver a encandilar a los visitantes con las grandes raciones de mejillones, cocinados con diferentes elaboraciones: al vapor, salsa verde, escabeche... Ángeles Pena, presidenta de la Asociación de Mulleres de Moaña, apunta que "es una fiesta en la que trabajamos mucha gente mayor en la organización. Somos casi 100 entre la cocina, el servicio...", por lo que se han visto en la obligación de cancelarla por primera vez en sus historia. "Este año haríamos el 26 aniversario de la fiesta y es una pena. Es la primera vez que se cancela".
Y es que en la Festa do Mexillón pueden llegar a reunirse más de 1.000 personas, ya que "viene gente de toda Galicia, incluso de Madrid y otros puntos de España. Se generan grandes colas ya desde primera hora para coger los tickets. De hecho, muchas veces, a las 13.00 horas ya no queda nada que servir".
Además, para la Asociación de Mulleres de Moaña es algo "muy duro", ya que los beneficios de la fiesta "son una ayuda económica para la asociación, ya que pagamos las actividades o las clases que hacemos con lo que ganamos ese día".
