El comedor social de Marín prevé un aumento de usuarios por la covid

Las instalaciones reciben cada día una media de 80 personas
Cocinas del comedor social de San Vicente de Paúl en Marín. DAVID FREIRE
photo_camera Un momento de la visita a las cocinas del comedor social.

El comedor social regentado por la comunidad de San Vicente de Paúl es el único de la localidad y da servicio cada día a cerca de 80 personas y de forma mensual a 40 familias del municipio. Desde el comienzo de la pandemia, se da de comer a cada persona que acude a la cola y la previsión es que durante el año 2021 el número pueda aumentar a causa de la crisis sanitaria.

Las medidas de seguridad y prevención han obligado este año a cancelar la tradicional entrega de regalos a los usuarios del comedor social que cada 5 de enero llevaba a cabo el Gobierno local en compañía de los Reyes Magos y que en esta ocasión se realizó por los voluntarios del comedor durante el reparto de comidas.

En su lugar, la alcaldesa María Ramallo realizó este martes una visita a las instalaciones junto al director general de Inclusión Social, Arturo Parrado, y la delegada territorial de la Xunta en Pontevedra, Luisa Piñeiro.

AYUDAS. El Gobierno autonómico invertirá en los próximos dos años un total de 160.000 euros para apoyar la actividad del comedor social. Esta cantidad estará destinada en su mayor parte al funcionamiento del comedor, así como a la reforma de las instalaciones, entre las que se encuentra la renovación del sistema de calefacción, la ampliación de la zona de lavado y la compra de material de cocina. A esta aportación económica se suman además los 80 menús que la Xunta entregó la pasada Nochebuena.

"Queremos seguir y vamos a seguir trabajando juntos y financiando todas las actuaciones que sean necesarias para que el comedor social pueda llegar a la gente que más lo necesita", destacó el director general de Inclusión Social, Arturo Parrado. "Marín es un ejemplo de coordinación".

El comedor social marinense se sustenta, además de con estas ayudas y las del Gobierno local, con las donaciones de particulares que cada mes colaboran de forma altruista con una aportación económica. Del mismo modo, algunos vecinos deciden colaborar con productos o bienes materiales para todos los usuarios.

Alrededor de 50 personas realizan donaciones de forma mensual. Para poder colaborar de manera económica, los interesados solo deben acudir a la sucursal de Abanca en Marín y preguntar por el comedor social.

FUTURO. La responsable económica del comedor social, Maricarmen Dapena, señala un cambio en las tendencias del centro, que ha recibido nuevos usuarios durante los meses de pandemia. "Las familias han aumentado en número, pero creo que continuarán aumentando a lo largo de este año", explica Dapena.

"Notamos que hay gente que no venía nunca y que ahora ha comenzado a venir". Además de los cerca de 80 usuarios a los que atiende cada día, el comedor social aporta alimentos a otras 40 familias de la localidad de forma mensual y se espera que el número pueda aumentar con motivo de la crisis derivada de la situación de pandemia.

Adaptándose en plena pandemia
La labor del comedor social se adaptó desde el primer momento a las nuevas circunstancias derivadas de la pandemia y continuó ofreciendo su servicio a pesar de la situación.

Con el objetivo de evitar aglomeraciones en el interior, los menús se cambiaron a bocadillos para llevar, uno caliente con una comida elaborada y uno frío, que se acompañan siempre de leche, galletas y fruta, así como de algún tipo de conserva o comida preparada para los domingos, el único día que no ofrecen comidas.

En las últimas semanas han cambiado los bocadillos calientes por menús en tupper que acompañan al resto de productos de la bolsa que todos los usuarios reciben para llevar.

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