El viernes se celebró en el Liceo Casino de Marín un acto de carácter simbólico por el cual, en primer lugar, la sociedad se disolvía y, en segundo, su local social se entregaba al Concello de Marín.
Al acto, convocado para las 13.00 horas, asistieron representantes del Gobierno local, del propio Liceo Casino, tanto la Comisión Gestora como principalmente sus últimos socios, así como personalidades relacionadas con entidades de peso en la villa marinense, como la Escuela Naval Militar o la Capitanía Marítima del Puerto.
El primero en intervenir fue Augusto Casal, actual tesorero del Liceo Casino y expresidente, en dos etapas, del mismo. Casal fue el encargado de explicar a los asistentes los motivos que habían llevado a la sociedad a disolverse, así como el proceso de conversación y posterior venta con el Concello. De esta forma, el Liceo Casino fue traspasado al Ayuntamiento de Marín por una cantidad de 40.000 euros. Una vez vendido, la cúpula del Liceo decidió ceder dicha cantidad económica recaudada entre pequeñas sociedades de carácter benéfico que actúan en Marín y su zona.
Este fue, precisamente, el siguiente paso del acto, la entrega en cheques a las entidades de auxilio social entre las que se encontraban algunas como el Comedor Social de Marín, Adicam o la sede de Cáritas en Santomé de Piñeiro.
El Liceo Casino fue traspasado al Ayuntamiento de Marín por una cantidad de 40.000 euros
Una vez que todos los cheques fueron recogidos por sus responsables le tocó el turno de palabra a la actual presidenta del Liceo Casino, Consuelo Álvarez, quien se encargó de agradecer a los socios presentes su persistencia y presencia hasta el final, intentando sacar la sociedad a flote.
La parte más emotiva del acto llegó con la posterior intervención del experiodista y escritor Julio Santos Pena, al leer un escrito en el que repasaba la historia de la institución. Santos se refirió al Liceo Casino como "una de las sociedades más importantes de la localidad, cuyo origen se remonta a 1897" y achacó su cierre a que "es una evidencia que los tiempos cambian, la sociedad popular también y las aspiraciones de la juventud van por otros caminos muy diferentes. Ojalá no se tengan que arrepentir de no haber sabido seguir la huella del pasado". Su discurso se basó en una breve descripción de la historia de una entidad que "nació hace 122 años de la juntanza de dos sociedades vecinales, llamadas La Piña y El Lazo Azul Marinense". Para cerrar su intervención, el escritor habló del traslado del Liceo Casino como "una decisión acertada, ya que desaparece con absoluta dignidad e intentando sobrevivir hasta el último momento", a la vez que destacó su gran saneamiento económico y el buen gesto que supone ceder el local social al Concello. "Y para mayor dignidad, en lugar de abandonar las instalaciones como suele ocurrir en casos similares, se ha decidido ofrecer al Ayuntamiento de Marín la propiedad de los locales a cambio de una pírrica compensación económica, diez veces menor de su valor real cuyo importe, además, ha ido a parar a manos de las entidades locales de auxilio social que trabajan para ayudar a quien lo necesita en este entorno", finalizó.
Julio Santos: Es una evidencia que los tiempos cambian, la sociedad popular también y las aspiraciones de la juventud van por otros caminos muy diferentes
La última intervención del acto corrió a cargo de la alcaldesa de Marín, María Ramallo, encargada de recoger el testigo del Liceo Casino. Ramallo habló de la compra del local social como "una oportunidad de poder contar con una superficie en el casco urbano para poder utilizarla para varias actividades y usos que el Concello demanda y tiene necesidad de poder utilizarlos". En su intervención, la alcaldesa habló de los futuros usos que tendrá la sede del Liceo Casino como "la ubicación del futuro archivo municipal y la configuración de una sala de estudio acorde a las nuevas tecnologías que posibilite el uso compartido de cursos y aulas, espacios para asociaciones, así como un uso compartido de charlas y conferencias".
