Tras las numerosas críticas emitidas por parte de la oposición y la reciente propuesta del BNG local para cambiar de localización el proyecto del aparcamiento subterráneo de Marín, el concejal de Urbanismo, Manuel Santos, comunicó este lunes el inicio de la tramitación del anteproyecto para la construcción y explotación del mismo, que se mantendrá en el parque Eguren. Contará con dos plantas y un total de 218 plazas para vehículos, suponiendo una inversión que alcanza los 5.338.704 euros.
Tal y como explica el edil, una de las premisas de la ejecución es que se pretende "respetar en la medida de lo posible la masa arbórea y mantener los muros perimetrales de piedra, así como los accesos actuales del parque". En definitiva, Santos establece que se pretende "ejercer poca influencia en el medio".
La decisión de habilitar dos plantas se basa, según aclaró el edil, en el estudio realizado previamente , que "no recomienda habilitar tres sótanos por tener un extracto rocoso de granito a partir de los siete metros de profundidad".
Tal y como añade Manuel Santos, el Concello también cuenta con un estudio de viabilidad económica con unos valores de previsión de ingresos y gastos, además de un plazo de concesión de 40 años. Así, antes de proceder a la construcción, se abrirá un proceso público para que diferentes empresas presenten sus propuestas.
Respuesta al BNG
Ante la propuesta realizada la pasada semana por el BNG local de construir el aparcamiento subterráneo en una parcela próxima al callejón Dichoso, en frente al polideportivo de la Escuela Naval Militar, Santos considera que se trata de "una ocurrencia de última hora con la que quieren justificar sus negativas a nuestras propuestas para solucionar el problema de aparcamiento en la localidad".
La parcela considerada por el BNG, además de encontrarse "más lejos del centro y en un suelo urbano no consolidado", haría necesario "expropiar todas las parcelas, con comunicaciones y accesos complicadísimos". Así, este cambio de ubicación supondría "un tiempo para su desarrollo urbanístico y un coste económico importante".
Santos señala que, a día de hoy, "tenemos otros aparcamientos disuasorios más cercanos en el centro", motivo por el que "no iría mucha gente a aparcar ahí".
