Condenado a dos años y cuatro meses de cárcel por la muerte del dueño de un cíber de Marín

Deberá indemnizar con 115.000 euros a la viuda del difunto y también a sus cuatro hijos

Uno de los detenidos por la muerte de un hombre en un cíber de Marín. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Uno de los detenidos por la muerte de un hombre en un cíber de Marín. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Dos años y cuatro meses de prisión es la pena impuesta por el Juzgado de lo Penal número 2 de Pontevedra a Joaquín Salazar Jiménez por la muerte del propietario de un cíber de Marín en el año 2016. La víctima, José Manuel Piedras, falleció como consecuencia de un golpe que recibió tras desencadenarse una pelea en el interior del local con unos clientes: el condenado y dos de sus hermanos, todos vecinos de O Vao (Poio). En la trifulca se vio también involucrado el hijo del fallecido, que deberá indemnizar a los agresores por las lesiones que les infringió durante la reyerta. Un castigo similar al de los otros partícipes que no propinaron el golpe fatal.

Al principal condenado, Joaquín Salazar, se le atribuye un delito de homicidio imprudente y de lesiones, ya que el juez entiende que su intención no era acabar con la vida del propietario del establecimiento, al que pegó un puñetazo en la nariz, con la mala fortuna de que, al caer de espaldas, se golpeó la cabeza contra el suelo y se causó las lesiones que provocarían su muerte dos días después. Además, deberá indemnizar con 115.000 euros a la viuda del difunto, con 50.000 euros a dos de sus cuatro hijos y con otros 20.000 a los otros dos.

El origen de la pelea que tuvo el trágico desenlace fue la negativa de la víctima a grabar un CD con música a los hermanos. Se inició entonces un cruce de insultos y el sexagenario decidió llamar a su hijo para que acudiera al local. Al ser informado de lo ocurrido, este instó a los hermanos y sus familiares a abondonar el cíber, lo que desencadenó la reyerta.

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