Condenan a un marinense por vender cocaína en las fiestas de San Fermín

Los agentes comprobaron cómo el investigado arrojaba al suelo una bolsa de plástico que, a su vez, ocultaba en su interior trece bolsitas de menor tamaño

Agentes de la Policía Nacional en un operativo. DP
photo_camera Agentes de la Policía Nacional. DP

Que los ‘Sanfermines’ son sinónimo de excesos en el consumo de alcohol y de sustancias estupefacientes es vox populi, lo mismo que la presencia de narcos gallegos de poca monta, que acuden a Pamplona para hacer su particular agosto en el mes de julio. Uno de esos jóvenes pontevedreses que se aventuró a aprovechar el caldo de cultivo de las fiestas navarras para enriquecerse con la venta de cocaína acaba de ser condenado por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra. La ausencia de antecedentes penales y el ya habitual retraso en la instrucción del caso por causas ajenas al procesado se tradujo en una gran reducción de la pena impuesta al mismo, rebajada también por la acreditada adicción a las mismas sustancias que vendía.

El juicio, que concluyó por la vía rápida previo acuerdo entre el abogado del encausado, natural de Marín, y la Fiscalía Provincial de Navarra, sirvió para acreditar que sobre las dos de la madrugada del 11 de julio de 2015, el investigado se hallaba en la Cuesta del Labrit "ofreciendo sustancias estupefacientes a algunas de las personas que se encontraban en el lugar".

Funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía se percataron de lo que estaba sucediendo, por lo que procedieron a interceptarle. Los agentes comprobaron cómo el investigado arrojaba al suelo una bolsa de plástico que, a su vez, ocultaba en su interior trece bolsitas de menor tamaño que contenían polvo blanco, aparentemente cocaína. El posterior análisis determinó que eran algo más de siete gramos con una pureza de un 40 por ciento: había sido adulterada en al menos dos ocasiones.

A la hora del juicio, el joven optó por reconocer los hechos, conocedor de que se le tendrían en cuenta las atenuantes de drogodependencia y de dilaciones indebidas

"Dicha sustancia la tenía el acusado con la finalidad de distribuirla entre terceras personas", detalla el juez en su sentencia. En el mismo registro de los efectos personales que llevaba consigo el sospechoso, la Policía halló 305 euros procedentes de ventas que acababa de cerrar en los ‘Sanfermines’.

A la hora del juicio, el joven optó por reconocer los hechos, conocedor de que se le tendrían en cuenta las atenuantes de drogodependencia y de dilaciones indebidas, y de la pena que iba a recaer sobre él: apenas nueve meses de prisión que no cumplirá salvo que reincida en el delito en los próximos dos años y 220 euros de multa.

Comentarios