Los cuatro cuerpos retenidos en Canadá llegan a Perú tres semanas después del naufragio

Los restos mortales de Miguel Ángel Lumbres, Rogelio Franco Damazo, William Arévalo y Ricardo Cruz permanecieron en el país canadiense por trámites burocráticos y sanitarios a raíz de un brote de covid-19 entre los fallecidos
Un momento del funeral de Rogelio Franco Acuña en Huarmey, Perú, su ciudad natal. DP
photo_camera Un momento del funeral de Rogelio Franco Acuña en Huarmey, Perú, su ciudad natal. DP

Las familias de Miguel Ángel Lumbres, Rogelio Franco Damazo, William Arévalo y Ricardo Cruz, cuatro de los peruanos fallecidos en el naufragio del Villa de Pitanxo, cuyos cuerpos estaban retenidos en Canadá, pudieron velar y enterrar después de tres semanas a sus seres queridos. 

Mientras que los cinco cadáveres repatriados a España fueron trasladados desde Canadá en cuestión de dos días, cuatro familias peruanas tuvieron que esperar hasta principios de esta semana para que los restos mortales de sus allegados llegasen a Perú tanto por motivos burocráticos como sanitarios.

En un primer momento, los cuatro cuerpos fueron retenidos en suelo canadiense nada más llegar a tierra a causa de un brote de coronavirus que se detectó en dos de los cuatro cuerpos que esperaban a ser repatriados a Perú.

Los otros cinco cadáveres trasladados a España también resultó que estaban infectados con covid, un hecho que abrió la polémica sobre si los tripulantes, antes del naufragio, estaban trabajando con síntomas de la enfermedad. Esta fue una de las preguntas que las familias de los fallecidos hicieron posteriormente a las autoridades.

Con respecto a los restos mortales de los peruanos, tras haber finalizado una cuarentena de siete días, fueron trasladados a Toronto el pasado 25 de febrero, donde permanecieron hasta este lunes por motivos sanitarios. A diferencia de los cuerpos traslados a España, los de los cuatro peruanos viajaron en un vuelo comercial hasta la capital peruana, Lima.