Adicam: dos décadas de lucha contra el cáncer

La Asociación de Diagnosticadas de Cancro de Mama e Xinecolóxico cumple 20 años de trabajo desinteresado frente a la enfermedad y, sobre todo, de apoyo a las diagnosticadas y sus familias. Pasó de las reuniones en cafeterías del principio con Fina Acuña como cabeza visible a tener cuatro sedes en la provincia y una entidad profesionalizada 
Fina Acuña (izquierda) junto a diversas autoridades asociadas en un acto de Adicam. CEDIDA
photo_camera Fina Acuña (izquierda) junto a diversas autoridades asociadas en un acto de Adicam. CEDIDA

La Asociación de Diagnosticadas de Cancro de Mama e Xinecolóxico (Adicam) cumple en este 2021 dos décadas de trabajo dedicado a las personas afectadas por estas dolencias y sus familias, al tiempo que cuentan con un destacado número de socios y colaboradores que le hacen más fácil llevar a cabo su labor a nivel provincial.

De empezar de la nada en 2001, Adicam cuenta actualmente con cuatro sedes (Cangas, Pontevedra, Moaña y Vigo), unos 1.600 socios (de los que un 20 por ciento son diagnosticadas), seis trabajadores y otros once colaboradores para el desarrollo de la atención y las actividades que organiza la asociación.

Y es que sus inicios fueron alrededor de la que fue su presidenta desde el primer día hasta su fallecimiento, Fina Acuña, ya que junto a otras diagnosticadas quedaban en cafeterías o locales similares para ayudarse mutuamente con sus experiencias.

Poco más tarde decidieron constituirse en asociación y alquilaron una habitación en un piso hasta que lograron contar con un pequeño local cedido por el Concello de Cangas. Actualmente su sede principal está en la Casa da Bola, otro edificio municipal, en la que ocupan dos plantas.

Fina Acuña


El primer objetivo de Fina Acuña a la hora de impulsar la entidad fue "promover unha estreita e fraternal unidade entre tod@s os enferm@s de cancro de mama e xinecolóxico en tratamento por causa da enfermidade", así como "fomentar todos os medios necesarios para a rehabilitación d@s asociad@s, entendendo por tal: adecuación das novas situación persoais, familiares e sociais, a superación das limitacións para seguir coa vida normal, e vivir co máximo de saúde e calidade de vida posible, a pesar da enfermidade e as súas consecuencias".

"Fina dejó un gran legado en cuanto a la asociación y, sobre todo, en el lado humano. Si existe Adicam y si llegó hasta aquí a ser lo que es, en su mayor parte es gracias a ella", explica la trabajadora social de la entidad, María Martínez. Tanto es así que algunas de las actividades más importantes de la asociación llevan el nombre de su presidenta fundadora.

Actualmente, la presidenta es Olga Sotelo, una mujer con enorme coraje y que es un magnífico ejemplo de que se puede convivir con la enfermedad y de que hay un alto porcentaje de supervivientes.

En su caso hace 15 años que pasó la enfermedad y actualmente está totalmente sana, lo que supone un soplo de aire fresco para las personas que diagnosticadas que llegan a Adicam.

Profesionalización


"La asociación se fue profesionalizando poco a poco pero sin perder la esencia de sus inicios: la cercanía, la empatía y ayudar en todo lo posible y con la mayor calidez a las personas que nos llegan", explica.

Así, actualmente cuentan con la colaboración de cuatro monitores de ejercicios especialistas en oncología, tres fisioterapeutas, dos nutricionistas, una orientadora laboral y una abogada. Además, la entidad tiene dos trabajadoras sociales y un administrativo, que van rotando por las diferentes sedes.

En estos momentos son ya cuatro los locales de atención de que disponen. Al de Cangas le siguió el de Pontevedra (con la colaboración de Asampo) para dar servicio a Marín (cogiendo todo O Morrazo) y la zona Norte de la provincia; posteriormente la de Vigo a petición de un buen número de usuarias de esta ciudad y del sur de la provincia y, finalmente, la de Moaña, que surgió a iniciativa del Concello, cuya alcaldesa consideró fundamental contar con este recurso en su municipio.

"Ahora el objetivo se centra en afianzar las cuatro sedes, que no es tarea fácil, seguir sumando socios colaboradores a los 1.600 que tenemos y seguir trabajando en la línea en la que lo venimos haciendo", matiza Martínez, quien añade que existe demanda en Santiago para abrir una más, pero que por el momento no pueden abarcar más que la provincia y desde las que tienen en funcionamiento.

Además, resalta que "intentamos evitar hablar del número de personas diagnosticadas que llegan, porque lo importante es que tratamos con personas no con números".

Nuevas tecnologías


Lo que sí tienen en cuenta en la actualidad es el beneficio de las nuevas tecnologías, de modo que pueden trabajar con diferentes personas a través de videoconferencias. "Esto lo implementamos durante la pandemia, y ahora mismo es un recurso más con el que ya estamos plenamente familiarizadas. Por ejemplo, atendemos a diagnosticadas de Madrid, Jaén e incluso de una persona española que está en Inglaterra", añade la trabajadora social.

Además de la atención en cada una de las sedes, Adicam organiza numerosos talleres, cursos y actividades a lo largo de todo el año, con las que pretende, añadido a la ayuda a las personas diagnosticadas, implicar al resto de socios y colaboradores para que se sientan parte de la estructura de la entidad y mantengan su respaldo.

"Aunque no lo crean, los socios que nos apoyan son fundamentales para seguir adelante en todos los aspectos, de ahí que, lejos de perderlos, tenemos que afianzarlos y seguir sumando otros nuevos", añade María Martínez.

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