O morrazo

El color, la música y el sol se apoderan del Entroido marinense

Las calles de la villa se llenaron este domingo, desde primera hora de la tarde, de gente en busca del sitio perfecto para contemplar el Gran Desfile del Entroido 2020. Entre los asistentes predominaron los disfraces de princesas, animales y, sobre todo, las superheroínas y superhéroes, pero también se dejaron ver familias perfectamente conjuntadas. Nadie quiso perderse el evento en una tarde primaveral en la que el sol acompañó durante todo el recorrido tanto a participantes como asistentes.

La naturaleza fue sin duda una de las grandes protagonistas de las temáticas de este año. En forma de animales salvajes, exóticos o de granja o como hadas del bosque, los disfraces más repetidos fueron los relacionados con el Medioambiente. Tampoco faltaron los habituales atuendos de cuento con referencias a los clásicos como Caperucita Roja o Alicia en el País de las Maravillas o con un toque más moderno con un guiño a las grandes producciones como la recientemente oscarizada Toy Story, que paseó este domingo por las calles de la villa a todos sus personajes. No se quisieron perder la cita tampoco los amantes de los videojuegos con un homenaje a Assassin's Creed o de los fenómenos televisivos más recientes, como La Isla de las Tentaciones.

La música volvió a ser, como es habitual año tras año, la gran protagonista. Con diversidad de géneros, versiones, en vivo o grabada, todos los participantes aportaron su grano de arena con alguna melodía. Dos grandes grupos sobresalieron sin embargo en esta temática. El musical Sister Act, con la comitiva de Cor Café compuesta por obispos, curas, monjas y novicias que se movían al ritmo de melodías religiosas con pasos cuidadosamente coordinados fue uno de ellos. También Queen estuvo presente con decenas de fans vistiendo los atuendos más reconocibles de Mercury y unos pasos de baile ensayados al milímetro.

COLOR. Las comparsas de este año tampoco defraudaron a nadie. El brillo y las plumas fueron las grandes protagonistas del desfile, con temáticas en las que predominó la tradición, pero en la que no faltaron tampoco algunos guiños más modernos como la oda a los mosqueteros de Os da caña.

Tampoco faltó el color, el gran protagonista de la tarde que invadió las calles marinenses en un Desfile en el que las reivindicaciones se dejaron a un lado y se pudieron disfrutar todas las gamas existentes de cada tono.

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