El Faro Picamillo, compañero del Piedras, regresa a casa: "O mar é duro, pero non hai outra cousa

El patrón de costa del buque restó importancia al naufragio ocurrido el miércoles en el Gran Sol, poniendo el foco en las 11 vidas salvadas: "A perda material logo pasa, o mar está cheo de barcos afundidos"
El Faro Picamillo atracado este jueves en el Puerto de Marín tras su reciente llegada del caladero de Gran Sol. S. CAEIRO
photo_camera El Faro Picamillo atracado este jueves en el Puerto de Marín tras su reciente llegada del caladero de Gran Sol. S. CAEIRO

La tripulación del Faro Picamillo, buque que pertenece al mismo grupo que el Piedras, llegó este jueves al Puerto de Marín tras haber pasado un mes faenando en aguas del Gran Sol. Recibieron la noticia del naufragio de sus compañeros de oficio a su arribo a España el pasado miércoles, mostrándose enormemente aliviados por el desenlace de este nuevo capítulo.

El itinerario recorrido por el Faro Picamillo llevó a sus tripulantes al puerto de Castletownbere, en Irlanda, el día 3 de mayo, para dirigirse posteriormente a la costa francesa, al puerto de Douarnenez, donde estuvieron el pasado 19 de mayo. Cuando la embarcación llegó a su siguiente destino, el puerto de Vigo, el buque Piedras acababa de hundirse en el fondo del mar.

El actual patrón de costa de este buque declaró a su llegada al Puerto de Marín en la mañana del jueves que todos los trabajadores del sector "sabemos os perigos que hai" cuando parten a bordo de las embarcaciones. En relación con los hechos ocurridos en el Piedras, este quiso restar importancia al suceso poniendo el foco en las 11 vidas salvadas: "A perda material logo pasa, o mar está cheo de barcos afundidos e o malo sería que estivese cheo de mortos". "Sobran estaleiros para facer barcos novos".

Otro de los tripulantes recientemente arribados en el Faro Picamillo, César, aseguró que "a experiencia no Gran Sol é moi forte". Este marinero trasladó su pesar por el nuevo naufragio, el cual le hace recordar a todos los conocidos, entre los que se encuentra su padre, fallecidos en episodios similares. "Seguir no mar é duro, pero non hai outra cousa, estou acostumado toda a vida e que vou facer? É o que me queda".

Además, los recuerdos heredados del naufragio del Villa de Pitanxo agudizaron la alerta de la noticia del Piedras. No obstante, el patrón de costa del Faro Picamillo asegura que "cada naufraxio é distinto" y ambos casos "non son comparables".

Las adversas condiciones climatológicas que se dieron en el caladero de Canadá el pasado 15 de febrero se contraponen con la calma que, según cuenta, presentaba el mar del Gran Sol hace unos días. Así, el costa establece que, aunque los protocolos de seguridad son comunes para todas las embarcaciones de alta mar, "na mar hai moitas situacións de perigo, e cada unha adoita ser diferente".

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