Dos furanchos marinenses pueden retomar su actividad gracias a la nueva normativa

Hasta ahora diez personas han solicitado vender sus excedentes de vino, aunque el plazo todavía está abierto hasta el 30 de junio

Uno de los furanchos que ejercen su actividad en Marín. CEDIDA
photo_camera Uno de los furanchos que ejercen su actividad en Marín. CEDIDA

La aprobación del Plan Xeral de Ordenación Municipal en el año 2012 propició que dos furanchos que habían ejercido su actividad en Marín desde años antes tuviesen que dejar de vender sus excedentes de sus cultivos vinícolas a todas aquellas personas que deseasen disfrutar de una buena copa de vino casero a buen precio y acompañada de una tapa.

Y es que lugares eminentemente rurales o semirurales fueron catalogados por el PXOM como urbanos, a pesar de que la práctica indica todo lo contrario, restringiendo la actividad de los furanchos a aquellas viviendas que se encuentran ubicadas sobre suelo rústico.

Fue por este motivo por el que la Asociación de Furancheiros de Marín solicitó al Concello un cambio en la ordenanza para que pudiesen aprovechar todo lo sobrante del vino producido por sus vides. Así, el pasado 19 de febrero entraba en vigor la nueva normativa que permitía la venta de vino a todas aquellas personas que lo habían hecho siempre.

La edil de Turismo asegura que habrá más furanchos que se den de alta para vender sus excedentes de vino antes del 30 de junio

 

"A día de hoy hay diez furanchos autorizados para ejercer su actividad, y dentro de esos diez están incluidos esos dos furanchos de toda la vida, que llevaban unos años sin poder estar dados de alta porque el suelo donde estaban ubicados cambió la clasificación", indicó la concejala de Turismo, Cristina Acuña, que se refirió a la nueva normativa como "positiva porque se puede ampliar el número de sitios donde se realiza la actividad". De hecho, los furanchos "tienen mucha afluencia, es una actividad que mueve gente", afirma.

De todos modos, el plazo para poder solicitar ejercer su actividad está abierto hasta el 30 de junio, por lo que la edil asegura que más establecimientos de este tipo se darán de alta para poder vender sus excedentes vinícolas. "Hay algunos que solicitan todos los años darse de alta que aún no lo han hecho", apunta Acuña.

"Sólo pueden abrir durante ese período para no perjudicar a la hostelería", señala la edil de Turismo, que explica que no todos los furanchos son iguales. "Unos tienen bodega, otros barra, otros cobertizo... lo que implica que abran antes o después. Hay algunos que prefieren ejercer la actividad cuando esté mejor tiempo, y se inclinan más hacia los últimos meses", concluye.

Comentarios