El pecio del Villa de Pitanxo se encuentra a unos 1.000 metros de profundidad y a 450 kilómetros de la costa de Terranova, en Canadá. A esa profundidad deberá descender un vehículo operado remotamente (ROV) dotado de cámaras para examinar distintos aspectos del buque, de sus equipos, de sus artes de pesca y del fondo marino, que puedan resultar de interés para la investigación de seguridad.
"Bajaremos lo antes posible", confirmó a este medio la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim), con respecto a la operación, de la que ya se ha publicado el anuncio de licitación. A pesar de que se ajustará a las condiciones del contratista y «a plazos razonables", se llevará a cabo con una ventana de buen tiempo, que será previsiblemente en verano.
Cuando se cumple un año del naufragio del Villa de Pitanxo, en el que perdieron la vida 21 marineros de al menos cuatro nacionalidades, el Gobierno agiliza los procesos de licitación de una operación que cifra en 3,6 millones y que se desarrollará en varias fases. Inicialmente se explorará el fondo marino en el punto geográfico del hundimiento del buque y en el área circundante donde se considere más probable encontrar el pecio. Posteriormente se descenderá con un ROV.
Para ello será necesario contratar a una empresa privada que tenga los medios técnicos necesarios, ya que el Gobierno no cuenta con ellos, para llevar a cabo la operación para inspeccionar los restos de un buque que se hundió en la madrugada del 15 de febrero de 2022.
El Villa de Pitanxo empezó a irse a pique a las 5.24 horas (hora española), momento en el que el patrón del buque, Juan Padín –uno de los supervivientes– lanzó un mensaje de SOS que recibió Salvamento Marítimo. Solo 13 minutos después, salta la radiobaliza del pesquero, situándolo a unas 450 millas de Terranova. El Playa Menduiña 2, con base en Cangas, que se encontraba cerca faenando, acudió a la llamada de auxilio. Tan solo pudieron encontrar nueve cuerpos, posiblemente de los tripulantes que se encontraban en la cubierta en el momento del hundimiento.
Grupo Nores
Con motivo del primer aniversario del naufragio, la empresa armadora del Villa de Pitanxo, Pesquerías Nores Marín, mostró en un comunicado su "profundo rechazo" a las filtraciones que se están produciendo en la investigación judicial del naufragio, al entender que "en nada ayuda" a las víctimas. La compañía indica que estas filtraciones están generando interpretaciones "totalmente erróneas e interesadas".
Tras expresar su "máximo apoyo y solidaridad" con las víctimas de esta catástrofe marítima, Pesquerías Nores avanza que desde la empresa "seguiremos con nuestra postura". Así, sostienen que seguirán declarando ante sede judicial y practicando las "pruebas necesarias" para determinar las causas del accidente, siempre dentro del proceso judicial. "No participaremos en juicios paralelos y mediáticos".
La investigación del caso que lleva a cabo la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos sigue su curso y no ha concluido. En los próximos días la Ciaim publicará el informe provisional.
