La Asociación Rexurdir de Marín trabaja incansablemente por y para los demás. Sin buscar nada cambio, cada una de las personas que forman parte del grupo operativo de la entidad dan lo mejor de sí para ayudar a personas en riesgo de exclusión social, como extranjeros, adictos o individuos sin recursos, entre otros perfiles. Lo suyo es "verdadera vocación", una frase que no dejaron de repetir las trabajadoras sociales durante la jornada de este viernes, en la que tuvieron una visita muy especial.
El director xeral de Inclusión Social de la Xunta de Galicia, Arturo Parrado, visitó las instalaciones de la Asociación Rexurdir en Marín para sentir de cerca el trabajo que realizan sus empleados con todas las personas que ven a Rexurdir como un punto de auxilio al que acudir cuando no saben adónde ir. Y es que, sin pensarlo, los trabajadores sociales de la entidad intentan ayudar a esta gente en todo lo posible.
Durante la visita de Parrado, que estuvo bien acompañado por la alcaldesa de Marín, María Ramallo, y la concelleira de Benestar Social, Marián Sanmartín, comprobó de primera mano la gran labor de la agrupación Rexurdir. Además de conocer a los trabajadores de la entidad, las tres autoridades pudieron presenciar una de las clases de español que se imparten en la asociación, que, según los trabajadores, "con el número de personas que tenemos —casi 20— podríamos hacer dos clases, pero no las hacemos por falta de medios".
La Asociación Rexurdir lamenta la "falta de medios" y solicita la cesión de otro local para desarrollar sus actividades
Las clases de español son una de las actividades que más demanda tienen en el centro. El director xeral pudo conocer a varios de sus alumnos y también pudo conversar tanto con ellos como con la profesora. Tres de los participantes de la clase, procedentes de Ghana, quisieron agradecer la visita cantando una canción religiosa propia de su país. Tras despedirse de los alumnos de español, después de disfrutar de ese pequeño concierto improvisado, Parrado, Ramallo y Sanmartín visitaron la clase de costura, en la que las alumnas, vecinas de Marín, diseñan ropa y hacen arreglos para los usuarios del centro de la Asociación Rexurdir.
La visita del director xeral concluyó con una reunión con los trabajadores sociales, en la que se expusieron varias necesidades. El tema principal fue el retraso de las subvenciones ya que, año tras año, la Asociación tiene que preparar sus programas para el curso sin conocer de cuanta financiación dispondrán. Una vez que reciben el dinero tienen que hacer "encaje de bolillos para que todo coincida".
Rexurdir también manifestó a la alcaldesa la necesidad de otro "local cedido, ya que este que tenemos ahora se nos queda pequeño. Ya hay muchas clases que las impartimos en el Cemit, por ejemplo". Según explicaron los portavoces del colectivo, la posibilidad de contar con un segundo local supondrá gastos pero "mejorará de manera sustancial el servicio prestado a los usuarios".
