Las llas Atlánticas resistieron el golpe producido por la pandemia en el sector turístico. A pesar de las restricciones, las exigentes medidas de protección y todo lo relacionado con las normas sanitarias que tratan de evitar rebrotes y un riesgo para la salud de los ciudadanos, la demanda de visitantes interesados por acudir a estos parajes de ensueño alcanzó las cotas máximas permitidas.
En los meses de julio y agosto se mantuvieron unas cifras de turistas similares a las del pasado año 2019, con aproximadamente un 16% de descenso. Un auténtico éxito si tenemos en cuenta la grave situación sanitaria por la que está atravesando España y en general la practica totalidad de los países de origen de los potenciales visitantes.
Una de las diferencias que viene impuesta por la nueva normalidad es la pérdida del turismo internacional, aunque parece que se logró suplir en gran medida por la presencia de más turistas nacionales y de la propia comunidad autónoma gallega. Tampoco ayudó a las estadísticas comparativas la suspensión de las visitas en Semana Santa, una fecha que coincidió con la población en pleno confinamiento, las fronteras cerradas e incluso prohibida la salida de los domicilios o la movilidad entre municipios y provincias.
La pérdida del turismo internacional se suplió con el aumento de visitantes gallegos y del resto de España
Con la finalización del estado de alarma y la posterior desescalada coincidiendo con los meses fuertes de verano, las islas se convirtieron en un destino apetecible, aunque eso no es novedad. En esta ocasión pesó, dentro de las circunstancias que tocaba vivir, la seguridad que ofrecía Galicia respecto a la pandemia. Y se confirmó este punto, también gracias a la colaboración y responsabilidad de los turistas que acudieron a alguno de los cuatro archipiélagos que componen este Parque Nacional.
Los buenos resultados, tanto en afluencia como en seguridad, han permitido que se tomara la decisión de continuar con las visitas durante la primera quincena de septiembre.
Las Illas Cies continúan liderando el capítulo turístico del Parque Nacional. Su repercusión y popularidad las convierte en un destino muy solicitado, tanto a nivel nacional como internacional, principalmente como uno de los lugares preferidos para aquellos turistas que pasan unos días recorriendo varios puntos de las Rías Baixas o de la Comunidad Autónoma de Galicia.
Las Illas Ons, pertenecientes al Concello de Bueu, son menos conocidas, de ahí que muchos de los visitantes que caen por allí, ya sea un poco de forma casual o intencionada, acaban por llevarse una grata sorpresa. Incluso para un gran porcentaje de los que conocen ambos archipiélagos se inclinan por Ons. Y es que las comparativas son odiosas, pero para gustos se pintan colores. Muchos turistas se sienten más identificados con la tranquilidad, los paisajes y otros aspectos que no se encuentran en las Cíes.
La principal característica que hace única a Ons en referencia a los otros archipiélagos es la presencia de habitantes. Familias que llevan ya varias generaciones en la isla y que ofrecen ese lado humano y acogedor que siempre toca la fibra más sensible del turista.
Viviendas familiares, huertos, animales domésticos, pescadores y, sobre todo, unos restaurantes muy reconocidos y que ofrecen la comida tradicional con los magníficos productos de la tierra y el mar gallegos. Podríamos estar hablando de un típico pueblo de los tantos que hay en la costa de Galicia.
Pero, además, es el único archipiélago que ofrece la posibilidad de alojarse en una pensión, con 20 habitaciones dobles con baño incluido, o en 6 apartamentos que disponen de dos habitaciones, cocina, baño, salón y zona verde. En ambas modalidades de hospedaje equipadas con todas las comodidades.
Por supuesto, existe también la opción del camping, para aquellos que prefieren disfrutar más del contacto con la naturaleza o simplemente están interesados en una alternativa más económica. Además, los servicios son de primer nivel y difícilmente se va a echar de menos la calidad de vida disponible en cualquier lugar del continente.
El camping dispone de agua caliente, lavandería, baños, cafetería, electricidad, baños, fregaderos, parque infantil, alquiler de tiendas y hasta videovigilancia. Otras características importantes son que se aprovecha el agua usada para las cisternas y la energía para la electricidad o calentar el agua se obtiene de una instalación solar fotovoltaica.
Una vez acomodados, si es que se pernocta en la isla, solo queda disfrutar de una imponente naturaleza que ofrece playas de agua cristalina y fina arena, una rica fauna y flora, además de vestigios del pasado como el castro o los petroglifos. La mejor manera de llegar a estos lugares es utilizando las cuatro rutas oficiales, que también pasan por el mirador do Castelo o el faro.
