Incertidumbre entre los armadores de Marín que faenan en aguas marroquíes

Cinco arrastreros y un palangrero pescan en Marruecos al amparo del convenio del que, según el Tribunal Europeo, quedan fuera las aguas adyacentes al Sáhara Occidental ▶ Aún así, el Gobierno estatal confirmó ayer que se podrá navegar en la zona hasta el 14 de julio

El arrastrero marinense Fuente de Macenlle, en segundo plano, amarrado en un puerto africano. CEDIDA
photo_camera El arrastrero marinense Fuente de Macenlle, en segundo plano, amarrado en un puerto africano. CEDIDA

Tradicionalmente, la flota gallega ha extraído recursos pesqueros de la costa africana que se extiende desde Marruecos hasta Guinea Bissau. Los distintos caladeros del continente que surten de producto del mar a los barcos de pabellón español se rigen en función de lo que dictan los acuerdos rubricados entre las autoridades de cada país y la Unión Europea.

El foco mediático se centró esta semana en el convenio que ampara a los armadores europeos para pescar en Marruecos, debido a una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que le ha dado validez al acuerdo vigente, pero que excluye del mismo a las aguas adyacentes al Sáhara Occidental, dado que no considera que estén dentro de la zona de jurisdicción marroquí.

El germen de la problemática hay que buscarlo en la política, concretamente en los movimientos que luchan por la liberación nacional del oeste del Gran Desierto, que actualmente está bajo ocupación de Marruecos, y por la autodeterminación del pueblo saharaui.

Fue la asociación inglesa de voluntariado Western Sahara Campaign la que interpuso la denuncia contra el acuerdo extracomunitario, que finalmente ha validado el TJUE, aunque deja en el aire si las aguas que bañan al Sáhara Occidental podrían regirse por las directrices del mismo.

Francisco Freire, presidente de Anacef
"El acuerdo con Marruecos tiene una rentabilidad limitada y trataremos de mejorar las condiciones técnicas cuando se negocie su renovación, sobre todo en lo que respecta al paro biológico y a las especies accesorias"

Esta situación supone un riesgo para los 17 barcos gallegos que tienen licencia para faenar en esas aguas, seis de los cuales son de Marín.

Cinco de ellos son arrastreros: Fuente de Macenlle, Catua, Carmen e Pilar e Isla de Santa, que se dedican al pescado fresco, y otro que es congelador. El último que conforma el grupo de embarcaciones marinenses es Puerto de Figueras, uno de los once palangreros que trabajan en la zona, ribeirenses en su mayoría.

"Si excluyen las aguas del Sáhara del acuerdo con Marruecos no podremos ir a pescar y eso supone una pérdida", explica el presidente de la Asociación Nacional de Cefalopoderos (Anacef), Francisco Freire, que considera estratégico el caladero para que la flota pueda rotar entre las distintas aguas africanas a lo largo del año.

María José De Pazo, propietaria de una empresa armadora de Marín, también incide en la importancia que tienen estas aguas para la villa: "Los barcos de Marín, Cangas y Bueu siempre tuvieron una presencia importante en la costa africana".

CONSECUENCIAS. De Pazo subraya que los grandes damnificados de una posible salida del Sáhara del acuerdo son las embarcaciones que se dedican al fresco.

"Los congeladores pueden ir más abajo a pescar, hasta Guinea Bissau, pero un barco de fresco no puede ir tan lejos porque no tiene túneles de congelación y se ve obligado a descargar", explica.

Otra de las embarcaciones de la villa que descarga en África. CEDIDA
Otra de las embarcaciones de la villa que descarga en África. CEDIDA


La consecuencia más directa en la villa marinense es la incógnita que se alza sobre el futuro de los entre 20 y 25 tripulantes a bordo de los cuatros arrastreros cuyo trabajo está en jaque y de cuyo sueldo dependen sus familias.

Pero no solo eso, sino también "todos los rederos que confeccionan los aparejos para los barcos, que también son de Marín, o las empresas de efectos navales, a las que también se les adquiere material", por lo que las economías de escala que genera el sector en la villa también sufrirán las consecuencias.

TRANQUILIDAD HASTA JULIO. A pesar de todo, los armadores respiraron algo de tranquilidad este jueves tras reunirse con el secretario general de Pesca, Alberto López-Asenjo, que confirmó al secretario general de Cepesca (Confederación Española de Pesca), Javier Garat, que se podrá seguir faenando hasta el 14 de julio, día en el que finaliza el protocolo en vigor.

Según apunta De Pazo, "lo que no se sabe con claridad es cuáles serán las cartas de juego del nuevo protocolo", que se negociará entre las autoridades europeas y del país marroquí durante los próximos meses.

Por otro lado, la propietaria de la armadora considera que la situación no es buena en los caladeros africanos y que la posible pérdida del Sáhara comportaría una negociación muy dura con Mauritania, que sería el país con las aguas más atractivas para los barcos europeos, ya que en estos momentos el de Guinea Bissau está cerrado y el de Senegal se encuentra en fase experimental, con apenas dos licencias otorgadas.

María José De Pazo, empresaria
"Los arrastreros que se dedican al pescado fresco son los grandes damnificados, porque no pueden bajar a faenar a otros caladeros más lejanos"

"Cuando sea la próxima negociación, Mauritania va a tener una relación de fuerza muy grande con respecto a la Unión Europea. Van a pedir mucho dinero y a nosotros no nos va a quedar otro remedio que ir para ahí", afirma, a lo que añade que en estos momentos hay un problema de concentración de barcos en aguas mauritanas, "que a su vez hace que apenas haya pesca". De hecho, De Pazo afirma que muchas empresas pensaron en trasladarse a Marruecos por esta razón, "pero ahora tal y como están las cosas no se puede".

Francisco Freire asegura que Anacef está "muy pendiente" de que se renueve el acuerdo con Guinea y se pueda volver a faenar en esas aguas y sea posible seguir intercalando los caladeros en las distintas temporadas.

UN ACUERDO MEJOR. Más allá de la problemática de la soberanía de las aguas adyacentes al Sáhara Occidental, los armadores marinenses apuntan a la necesidad de cambiar algunas de las cláusulas incluidas actualmente en el acuerdo con Marruecos.

El presidente de Anacef considera que el convenio tiene una "rentabilidad limitada". "Marruecos es un caladero muy rico, pero ahora nos dejan pescar muy poco y con complicaciones", asegura, y resalta en todo momento lo importante que es mantener las cinco licencias que actualmente tienen. Cuando llegue el momento, Freire pedirá que se revisiten las condiciones técnicas que tienen que ver con los límites de la zona de pesca, el paro biológico y las especies accesorias.

"Solo podemos pescar por debajo de los 200 metros de profundidad", explica, a lo que se une el período de veda de cinco meses que impuesto sobre la merluza. "Es demasiado", añade De Pazo. "Nosotros siempre defendemos que se proteja a las crías, pero la IOE y el comité mixto de científicos también indicó que era un paro biológico muy grande". En cuanto a las especies, Anacef tratará de negociar que se pueda tener cuota de cefalópodos y crustáceos, que actualmente no existe.

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