A pesar de que la localidad marinense ya despidió el Entroido el pasado miércoles con el Enterro da Sardiña, los vecinos de Seixo quisieron alargar la fiesta carnavalesca con la celebración de su tradicional desfile, organizado por el Grupo Cultural Ronsel y el Concello de Marín.
Aunque la lluvia amenazó con arruinar el día desde primera hora, finalmente el tiempo dio una tregua para no empañar los actos festivos. A pesar de que fueron menos que otros años los que participaron en el desfile, quienes sí lo hicieron no vieron en el mal tiempo una excusa.
A ritmo de charanga, las diferentes comparsas desfilaron desde la gasolinera de Seixo hasta la Alameda luciendo sus disfraces. No faltaron las luces, plumas y vistosos colores, una tradición ya en el Carnaval. Además, la familia Picapiedra se dejó ver por el barrio marinense, al igual que algún que otro motorista. Los disfraces tradicionales de peluches tampoco faltaron en un día frío.